"El Gobierno va a proponer una reforma de la Constitución para acabar con los aforamientos", ha anunciado Pedro Sánchez. El Ejecutivo quiere que esa reforma de la Constitución entre en vigor cuanto antes.
"En tan sólo 60 días desde que se inicie su tramitación", ha añadido Sánchez. Tramitación que necesita de las tres quintas partes del Congreso y la aprobación del Senado.
El PP es imprescindible y aunque en principio estén de acuerdo, se preguntan cuál es la intención final de Sánchez. Teodoro García, secretario general de la formación, ha dicho que "está claro que Sánchez no quiere que Llarena siga juzgando a Torra, Puigdemont y los golpistas".
Ciudadanos se muestra satisfecho por el anuncio del Presidente. Albert Rivera ha dicho que "se tuerce el brazo al bipartidismo tras 40 años de privilegios".
Podemos también valora positivamente la propuesta. Noelia Vera, portavoz de la formación, ha dicho que están "en contra de los aforamientos porque son un privilegio".
La medida sólo afectaría a cargos públicos en ejercicio de su labor. En definitiva, pensado para políticos. Ni jueces, ni Casa Real. Un ejemplo: el asunto del máster de Pablo Casado, con aforamiento, sólo puede ocuparse el Supremo.
En ARV, Ignacio González Vega, portavoz de Jueces para la Democracia, ha afirmado que "si se continuara para imputar a Casado, se encargaría el juzgado número 51 de Madrid".
El ministerio de Justicia ya comunicó que recibirá un informe para ver qué aforamientos de manera excepcional son indispensables.