Pedro Sánchez ha regresado a Ucrania a punto de cumplirse un año de guerra. El presidente del Gobierno ha viajado este jueves a Kyiv para reunirse con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y ha sido testigo una vez más de los horrores de la invasión rusa en dos de los lugares más emblemáticos del conflicto: Bucha e Irpín.
Una visita que se produce justo la víspera del primer aniversario de la guerray durante la cual han vuelto a sonar las alarmas antiaéreas, al igual que ocurriera hace unos días en presencia del presidente estadounidense,Joe Biden. Ha sido un dron sobrevolando la zona el que al parecer ha activado las sirenas, aunque posteriormente ha sido derribado por las defensas ucranianas.
El jefe del Ejecutivo español se trasladaba a la capital ucraniana a primera hora de la mañana en un tren desde Polonia. "Estaremos al lado de Ucrania y de su gente hasta que la paz regrese a Europa", prometía a su llegada en las redes sociales. En Kyiv, Sánchez ha sido recibido por el viceministro ucraniano de Exteriores, el embajador ucraniano en Madrid y el embajador español, para a continuación dirigirse a la ciudad de Bucha, escenario de una de las mayores masacres perpetradas por el ejército ruso en Ucrania.
En esta localidad, donde se hallaron múltiples fosas comunes tras la ocupación rusa, Sánchez ha visitado la iglesia de San Andrés de Bucha, donde ha podido ver fotografías de las víctimas que dejaron tras de sí las tropas de Vladímir Putin. A continuación, el presidente se ha trasladado Irpín, también cerca de Kyiv, otro de los escenarios de la destrucción de la guerra, donde ha podido ve los edificios e infraestructuras dañadas por los rusos y el mural del artista Banksy pintado en uno de ellos.
"Bucha e Irpín muestran las heridas y cicatrices de la barbarie de Putin. Rusia no va a ganar esta guerra. Toda España está con Ucrania", ha aseverado Sánchez en Twitter a su paso por ambos enclaves.
El presidente español también ha llevado a cabo una ofrenda floral por los caídos en la guerra para después reunirse con Zelenski, un encuentro tras el que han comparecido juntos ante la prensa y Sánchez ha abierto la puerta al envío de más tanques Leopard a Ucrania hasta intentar llegar a la decena.
El encuentro bilateral de Sánchez y Zelenski -han estado una hora a solas y otros 40 minutos junto a sus respectivos equipos- se ha producido entre fuertes medidas de seguridad en el palacio presidencial, convertido en una suerte de búnker a oscuras, rodeado de 'check points' y protegido con sacos. Posteriormente, el jefe del Gobierno español ha ofrecido un discurso ante el plenario de la Rada ucraniana. En él, Sánchez ha reiterado el apoyo de España a la sociedad ucraniana y ha relatado el encuentro que mantuvo esta misma semana con refugiados ucranianos, a quienes ha prometido cuidar hasta que retorne la paz al país.
Desde Moncloa inciden en que esta visita se ha producido por invitación del propio presidente de Ucrania, que ha querido que Sánchez esté allí -dicen- justo al cumplirse un año del inicio de la guerra. Se trata del segundo viaje que el presidente español realiza a Ucrania desde que estalló el conflicto, tras una primera visita en abril del año pasado.