La intención del PP de reprobar a la ministra en el Senado -donde los 'populares' gozan de mayoría absoluta- no es más que una estrategia de "papel mojado" para el Ejecutivo, dado que esa iniciativa se limita a manifestar una denuncia política de Delgado, sin más consecuencias.
Sánchez departe todos los días con Delgado -el lunes también, pese a que el presidente estaba en Chile- y la ministra "tiene el absoluto respaldo" del jefe del Ejecutivo y del resto del gabinete, inciden las mismas fuentes, que han señalado que en el Gobierno las decisiones se toman de manera colegiada, aunque la última palabra la tiene el presidente.
En el Gobierno no están preocupados por la ofensiva que el PP y Ciudadanos han emprendido a cuenta de los cambios de posición del Ejecutivo respecto a la defensa del juez Llarena en Bélgica. "Era lo esperado", indican desde el equipo del presidente, donde consideran que el presidente del PP, Pablo Casado, debería ocuparse más de la competición que mantiene con Ciudadanos por la hegemonía del espacio de la derecha.
De otro lado, en el Ejecutivo han recibido con agrado la noticia sobre el error de transcripción de las declaraciones del juez Llarena en la demanda presentada por Puigdemont ante la justicia belga.