El secretario de UGT Pepe Álvarez, ha matizado supolémica opiniónsobre las personas que reciben un subsidio público y rechazan una oferta de trabajo, para las que en un primer momento había recomendado quitarles la prestación sin desempleo. Unas declaraciones que han generado el rechazo desde otros sindicatos y de la propia ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
"Si se le ha dado la formación, es una oferta de trabajo que tiene que ver con su profesión, tiene un sueldo digno... Es un tema que en todo caso tenemos que hablar", ha dicho hoy, recogiendo cable y haciendo hincapié en los requisitos que tendría en cuenta.
Un día antes defendía que "una persona que rechaza una oferta de trabajo, ofreciéndole formación y teniendo cualidades y cualificaciones para poder hacerlo, desde luego es una persona que si está recibiendo un subsidio público, ya sea de desempleo o Ingreso Mínimo Vital (IMV), el país debe plantearse si debe seguir cobrándolo o no".
Pero lo cierto es que en España, rechazar un empleo no es algo ni que ocurra a menudo ni que esté bien visto, salvo que las condiciones sean muy precarias. Es lo que alegan sobre todo los sindicatos.
Además entre subsidio y prestación por desempleo, solo el 57% de los parados cobran del Estado, y algunos por debajo de los 400 euros. "El problema del paro en España no tiene nada que ver con que las personas que perciben una prestación o subsidio rechacen puestos de trabajo", ha planteado Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras.
Porque además, según la ley, rechazar una oferta adecuada sin justificación es una infracción grave, que se multa con tres meses sin cobrar. Y tres rechazos suponen que el desempleado se quede sin ella. Yolanda Díaz ya ha dejado claro que no va a permitir endurecer más las sanciones a los desempleados.