Restan importancia al asunto
El PP permite un aquelarre ultraderechista mundial en el Senado lleno de barbaridades y citas a Hitler
Una cumbre con el aval popular En medio de la vergonzosa cumbre donde los ultras ocultaban sus mensajes de odio escudándose en "defender el derecho a la vida", el Partido Popular ha hecho la vista gorda y ha restado importancia al asunto.
Una cumbre ultra antiabortista en el Senado y con el aval del Partido Popular. Este lunes los que se autodenominan 'pro-vida', como si el resto fuéramos 'pro-muerte', han tenido vía libre para soltar barbaridades y citas comparando el aborto con la esclavitud. Todo gracias a un responsable con nombre y apellido: el PP. La formación liderada por Feijóo ha abierto las puertas del Senado a los portavoces más ultraconservadoras del mundo que se han reunido en la cámara alta para intentar imponer sus ideas racistas, machistas y homófobos.
En medio de la vergonzosa cumbre donde los ultras ocultaban sus mensajes de odio escudándose en "defender el derecho a la vida", el Partido Popular ha hecho la vista gorda y ha restado importancia al asunto. ¿El mensaje? Que todas las personas tienen derecho a opinar "dentro del respeto constitucional y del Estado derecho". No solo eso, sino que tratan de desviar la atención del asunto alegando que en enero se celebrará un congreso con "una ideología completamente distinta".
La vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, Ester Muñoz, ha querido tirar al muerto al PSOE aseverando que los 'socialistas' autorización esta cumbre. Sin embargo, a diferencia de los 'populares' que siguen defendiendo la cumbre ultra, se retractaron unas semanas después de dar su 'sí'.
"El Senado es una institución pública y tiene distintos salones que se ofrecen y que se pueden solicitar. Esta solicitud es de meses y se aprobó por unanimidad de la Mesa, en la que no solamente está el Partido Popular", ha respondido en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección del PP, donde fue preguntada por esta cuestión.
Para terminar, vuelve a la idea de que todo el mundo tiene derecho a hacer cumbres en el Senado sea de la ideología que sea: "Nosotros lo único que podemos decir es que todas aquellas personas que quieran manifestar sus opiniones dentro del respeto constitucional y del Estado derecho, pues no podemos pensar otra cosa".
El PSOE carga contra el PP
Mientras el PP sigue con su estrategia de echar balones fuera, el Gobierno ha criticado duramente a la oposición. La primera en alzar la voz ha sido Mónica García, ministra de Sanidad, la cual ha defendido que el Ejecutivo cumplirá la ley y que va a garantizar que todas las mujeres de este país puedan ejercer su derecho a abortar de "forma libre, gratuita y en la sanidad pública".
La titular de Sanidad ha definido a los organizadores del evento como "la ola reaccionaria internacional amparada por la derecha reaccionaria de nuestro país y por esa mutación de la extrema derecha que tenemos en nuestras instituciones". Ante esta situación, "como ministra de Sanidad y como mujer" ha afirmado que quería ser "cristalina" para proclamar que "las mujeres y la sociedad española no lo vamos a consentir".
Una denuncia a la que se ha unido Ana Redonda, ministra de Igualdad. La 'socialista' ha seguido la línea de García y ha asegurado que la celebración de esta cumbre en el Senado es "intolerable". Además, ha expresado que no se puede permitir que un epicentro clave de la democracia "se convierta en un parque temático de la extrema derecha".
Pilar Alegría también se ha sumado a la crítica al Partido Popular a través de su cuenta de X aseverando que "el Senado es de todos y de todas" y que no se puede "acoger a quienes propagan discursos contra los derechos humanos". Para terminar, Félix Bolaños ha declarado que "las terapias para gais y prohibir el aborta hasta en casos de violación" son las políticas que han promovido en el Senado. "Con este Gobierno estas barbaridades nunca serán ley", ha concluido.
Una cumbre llena de barbaridades
En esa cumbre se han escuchado auténticas barbaridades. Desde la defensa de la pena de muerte para las personas LGTBIQ+ que ha hecho una diputada Ugandesa, hasta a una miembro de la cámara de representantes de Montana, en Estados Unidos, que ha citado a Hitler. Sí a Adolf Hitler, para atacar lo que ella llama "guerra contra la infancia" de la izquierda. Ultraderechistas y activistas antiabortistas han hablado, directamente, de asesinato contra bebés y llegan a comparar, como el exministro Mayor Oreja, el aborto con la esclavitud: "El aborto es una moda y la esclavitud también lo fue". Como solución proponen rezar frente a las clínicas abortistas.
Dicen ser defensores de la vida, de la libertad, aunque libertad solo para unos pocos porque, para la mayoría, "un hombre es un hombre y un mujer es una mujer". Para el colectivo LGTBIQ+, ninguno. La diputada de Uganda, Lucy Akello, ha presumido de votar a favor de la pena de muerte para gays o lesbianas debido a que se niegan a reconocer la realidad: que existe más de un tipo de familia. Y las que existen aseguran que peligran porque los padres están perdiendo su masculinidad. "Los padres están perdiendo su masculinidad y su deber de proteger a la familia", ha expresado la diputada de Portugal, Rita María Matías.
Una cumbre radical donde la libertad para pedir la eutanasia tampoco cabe. Así lo dejaba caer Serban-Dimitrie Sturdza, eurodiputado del Grupo de los Conservadores y Reformistas, el cual ha afirmado que "el aborto y la eutanasia son pecados capitales". Llegan incluso a citar a Hitler para apoyarse en sus argumentos.
¿Y cuál es el objetivo que persiguen estos ultras? Que el mensaje cale en los más jóvenes y para ello cargan contra la universidad. "La universidad es rehén de la hipocresía, es un centro de adoctrinamiento ideológico". Por ello, han asegurado que los temen por decir la verdad. Perlas que sueltan en el Senado gracias a que el PP.