La ministra de Educación, Pilar Alegría, asegura que "ha quedado demostrada la poca utilidad" de una Ebau que "trataba de conocer la capacidad memorística" de los estudiantes, y por eso defiende la necesidad de implantar un nuevo modelo de prueba de acceso a la universidad que valore más las competencias adquiridas. El Ministerio de Educación y Formación Profesional acaba de remitir a las comunidades autónomas y a las universidades un borrador sobre la nueva Ebau (antigua selectividad) con el objetivo de adaptarla a la nueva ley orgánica de educación (Lomloe), conocida como ley Celáa.
Esta nueva Ebau plantea menos exámenes, al pasar de cuatro a dos, uno de los cuales es una prueba de madurez académica que acabará teniendo un peso del 75 % del total, aunque los cambios serán progresivos durante tres años a partir del curso 2023-2024. "Ha quedado demostrada la poca utilidad o la utilidad menor que tenía una prueba que trataba de conocer la capacidad memorística del joven. Estamos hablando de una prueba que llevaba a que los jóvenes durante unos días tenían que memorizar muchos contenidos y llegaban los tres días de pruebas, escribían lo que habían memorizado y ahí se jugaban un 40 % (de la nota para acceder a la universidad)", comenta Alegría en una entrevista con Efe.
Por eso, la ministra de Educación defiende la propuesta de la nueva Ebau, con la que pretenden cambiar esta prueba "para que no solamente se pondere la capacidad memorística de nuestros estudiantes", sino principalmente las destrezas adquiridas. "Con una educación mucho más basada en las competencias, necesitábamos también cambiar esa prueba de evaluación de la Ebau", añade.
Alegría tiene previsto formar grupos de trabajo a partir de septiembre con las comunidades autónomas y los rectores de las universidades para "ir mejorando" el nuevo modelo de Ebau, pero descarta por completo implantar una prueba única para toda España, como quiere el PP. "El Partido Popular cuando gobernó este país con mayoría absoluta ni se lo planteó hacer una prueba única.
¿Por qué no hay una única EBAU?
De hecho, la prueba que hoy estamos reformando es la que nos dejó el Gobierno del PP", señala la ministra. Además, comenta que tanto los consejeros de Educación del PP como los rectores "saben que no es posible hacer una prueba única de EBAU, entre otras cosas porque hay unas competencias perfectamente distribuidas que corresponden a las comunidades autónomas y también a las universidades, a las que hay que respetar". A la ministra de Educación le sorprende especialmente la "incoherencia absoluta" del Gobierno de la Comunidad de Madrid, ya que ha presentado un recurso contra el decreto del currículo de Bachillerato "porque quieren hacer su propio Bachillerato, y sin embargo para la prueba de la Ebau piden una prueba única para toda España". "No se puede soplar y sorber al mismo tiempo", sostiene.
Las modificaciones introducidas en el currículo por la ley Celaá, que entró en vigor en enero de 2021, comenzarán a implantarse en el año académico 2022-2023 en los cursos impares (1º, 3º, 5º de Primaria; 1º y 3º de Secundaria y 1º de Bachillerato). Pese al recurso presentado por la Comunidad de Madrid y las dudas que puedan tener algunos profesores, la ministra confía en que el nuevo curso académico sea "lo más normal posible" tras dos años "más complicados" debido a la pandemia del coronavirus.
"Estoy segura que estas fases de adaptación van a ser absolutamente normalizadas y acordes, fundamentalmente porque tenemos unos magníficos docentes que sin lugar a dudas, van a seguir desempeñando su buena labor y buen trabajo", comenta. Alegría reconoce que en el contexto político actual es "muy difícil llegar a un gran pacto por la educación" aunque señala que eso no les puede "hacer caer en el derrotismo ni en el catastrofismo".
"Creo que si no es posible en estos momentos llegar a un gran acuerdo o un pacto por la educación, sí que es necesario seguir encontrando esos pequeños acuerdos que sí que son posibles. Lo han sido por ejemplo con la ley de FP y esperemos que pueda ser posible con esta nueva prueba de la Ebau o por ejemplo con esas 26 medidas que estamos desarrollando y trabajando con las comunidades y con los sindicatos para reformar y mejorar la carrera docente", declara. Esta reforma de la carrera docente es una de las prioridades de la ministra de Educación para lo que queda de legislatura junto a la ley de enseñanzas artísticas, una norma que Alegría espera que el Consejo de Ministros apruebe como anteproyecto antes de que acabe 2022. "Nos faltaba una ley para clarificar y para dignificar al sector artístico, que aparece en muchas leyes, está diseminado en distintos ámbitos legales.
Lo que queremos es recogerlo en una ley de las enseñanzas artísticas y conseguir una mejora y un reconocimiento", explica. Otra de las novedades que prevé el Ministerio de Educación es un plan de cooperación con las comunidades autónomas para dotar a los centros educativos de una mayor eficiencia energética, ante la crisis de suministros como el gas y el avance del cambio climático. "Hablamos de recursos económicos para mejorar su situación climática y hacer frente a estos inviernos y veranos que estamos viviendo. Estamos valorando muy seriamente poder plantear un programa en esa dirección", avanza. Fuentes del Ministerio señalan a Efe que una de las ideas que barajan es dotar en los presupuestos generales del Estado a las comunidades de una partida para instalar placas solares en los centros y así fomentar una mayor independencia energética.