"No caben los titubeos"
Pilar Alegría se rompe al hablar de los insultos machistas y critica las "gracietas" del PP: "Nunca había visto tal magnitud de vejaciones"
El contexto La ministra denuncia una campaña de acoso en redes sociales basada en un bulo sobre un presunto escándalo en el Parador de Teruel en 2020, desmentido por Paradores; a pesar de ello, el PP le exige explicaciones.

Resumen IA supervisado
La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha denunciado una oleada de insultos y ataques machistas en redes sociales tras la difusión de una noticia falsa, supuestamente utilizada por el PP y Vox. La información, desmentida por Paradores, la vinculaba con una fiesta organizada por el exministro José Luis Ábalos en 2020. Alegría ha afirmado no tener nada que ocultar y ha descrito la magnitud de los ataques como inédita en su vida.
* Resumen supervisado por periodistas.
Con la voz entrecortada y visiblemente afectada, la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha denunciado este martes la oleada de insultos y ataques machistas recibidos en redes sociales tras la publicación de una información que ha calificado de "falsa" y utilizada por el PP y Vox.
Según esa noticia, desmentida por el propio Paradores, Alegría y el exministro José Luis Ábalos habrían estado en el Parador de Teruel en 2020, donde él supuestamente organizó una fiesta con prostitutas. "No tengo nada que ocultar y nada que esconder", ha asegurado la ministra.
"Me ha pasado algo que no me ha pasado en la vida: nunca jamás había visto tal torrencial, tal magnitud de insultos, vejaciones, fotografías, montajes y acusaciones", ha afirmado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Ha revelado que durante 48 horas valoró en silencio cómo afrontar los ataques, pero que decidió alzar la voz pensando en "esas mujeres y niñas que no tienen esa voz" y que también sufren violencia digital.
Alegría ha acusado a la oposición de utilizar el bulo para atacarla: "Escuchar a quienes condenan estos hechos, pero siempre con el mismo 'pero' o incluso a quienes utilizan mi apellido para hacer gracietas, es absolutamente desolador".
La ministra ha insistido en que denunciar públicamente lo ocurrido fue un acto de responsabilidad: "Si no lo hubiera hecho, no me lo habría perdonado. Es imperdonable que a las mujeres se nos siga insultando y cuestionando cada día". También ha advertido que frente al odio y la difamación, "no caben los titubeos", ha reiterado su decisión de no dar "ni un paso atrás".