Ya se están dando los primeros movimientos para tener acceso a la vacuna contra el coronavirus. Después de que Estados Unidos comprara prácticamente todo la producción del primer fármaco contra la Covid-19, la duda es si también puede ocurrir cuando llegue la vacuna.
"La forma en que se distribuyen las cosas no es equitativa, sigue márgenes de mercado como han seguido los test de diagnóstico, las EPI o el Remdesivir", ha explicado José Félix Hoyo, presidente de Médicos del Mundo. Reino Unido quiere cerrar un acuerdo con dos farmacéuticas diferentes por valor de 600 millones de euros.
Por su parte, el Gobierno alemán ya financia la empresa que está investigando, o Estados Unidos, donde Trump dice que la vacuna llegará este año. "Probablemente tendremos una solución terapéutica o una vacuna mucho antes de finales de año", ha asegurado el mandatario norteamericano.
Para acceder a ellas, según señalan los expertos, hay dos opciones. "Dejar que la industria correspondiente ponga un precio o empezar un proceso de negociación con esas industrias", ha explicado Rafael Bengoa, codirector de 'SiHealth'. Y establecer un precio con acuerdos previos, como los que hay ya en investigación. La OMS ya trabaja en cómo se puede realizar esa distribución.
Da igual vacunar a todo tu país si el resto del mundo no lo está"
"Hay un grupo muy importante trabajando en cómo sería un plan de distribución, de acceso...", ha detallado María Neira, directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud. Pero su capacidad no es ejecutiva: se encargan de hacer recomendaciones y, ahora mismo, no hay una estrategia global, por lo que el peligro se puede mantener.
Para José Félix Hoyo, dado que "las epidemias son un riesgo global, da igual vacunar a todo tu país si el resto del mundo no lo está porque hay espacios por los que el virus puede entrar". Esto puede llevar a los países más ricos a involucrarse en la vacunación de los más pobres.
"Hay un gesto altruista de los países desarrollados a países en vías de desarrollo, pero también hay un gesto egoísta porque conviene que esos países estén vacunados", ha apuntado Rafael Bengoa. Los expertos añaden que es imprescindible que las investigaciones se mantengan después de que pase la crisis.