Escándalo en Toledo por un acto en el que el general Blas Piñar Gutiérrez, hijo del fundador de Fuerza Nueva y secretario general del movimiento durante el franquismo, nombró generalísima a la Virgen de la Alegría. El general retirado le impuso su fajín de general ante la mirada de concejales del PP y de Vox. Las cofradías y hermandades hablan de "ultraje" a su virgen.
El acto pasó desapercibido porque fue en la TV Diocesana Toledo. Pero ya el jueves el general retirado Blas Piñar ensayaba lo que sería la imposición de su fajín a la Virgen de la Alegría. "Más que un honor personal, el fajín es una obligación que te imponen las propias Fuerzas Armadas para seguir adelante con la profesión que has elegido. La Hermandad lo ha solicitado. Es un esfuerzo colectivo por amor a Dios y España", ha asegurado Blas Piñar en declaraciones a esta cadena.
Ese mismo día empezaba el triduo que culminó con la ceremonia celebrada este domingo en la Iglesia de San Andrés. Una misa en la que el histórico dirigente de la ultraderecha tuvo todo el protagonismo. Y lo hacía en presencia de miembros de Vox y del Partido Popular, con la vicealcaldesa ultraderechista, Inés María Cañizares Pacheco, a la cabeza. Incluso presumía de acto en Twitter y colgaba fotos con Blas Piñar.
Pero a las hermandades y cofradías no les ha gustado nada. En un comunicado, señalan que están "consternados y profundamente heridos por un acto de ultraje". "La entrega del fajín de general retirado a la Virgen de la Alegría por un individuo cuyas posturas políticas han sido asociadas con extremismos y discursos no democráticos plantea graves cuestionamientos sobre los valores democráticos y la tolerancia en nuestra sociedad", han explicado.
Según ellos, la imagen de la Virgen de la Alegría "simboliza la alegría, la compasión y la unidad, y su profanación política es inaceptable en cualquier contexto".