Era un nostálgico de la URSS. Pompeyo González, el acusado de haber enviado las cartas con material incendiario a la embajada de Ucrania y a La Moncloa, guardaba en su casa material para fabricar más envíos explosivos. En el acta del registro de su hogar, al que ha tenido acceso laSexta en exclusiva, constan al menos 25 sobres como los que ya había remitido.
Los investigadores sospechan que es en su casa donde fabricaba los artefactos incendiarios. Allí también guardaba símbolos políticos, como un cuadro de Lenin, ejemplares del Granma -el periódico del régimen cubano- y un póster de La Pasionaria.
Los artículos destacados son de carácter soviético, lo que podría explicar su cercanía con Rusia, algo que, según los investigadores, está presente en sus intenciones: "Transmitiendo que nos encontramos ante personas vinculadas a Rusia como represión hacia los intereses de España como consecuencia de su apoyo a Ucrania".
Otros objetos que se le han incautado en el registro son recortes de periódicos de artículos sobre ETA o la Guerra Civil. Esto indica a los investigadores que tenía claro lo que quería conseguir con las cartas incendiarias: "Está presente el objetivo de alterar gravemente la paz pública", alerta el auto.
También sospechan que su intención era la de seguir mandando los paquetes: en el registro se han encontrado más elementos metálicos, que podrían ser utilizados como metralla.
La Policía llevaba un mes detrás de Pompeyo: le extrajeron una muestra de ADN cuando bajó a tirar la basura, a partir de una de las bolsas.