La mortalidad del coronavirus es muy diferente en Alemania y España. Con más de 85.000 personas contagiadas, en el estado alemán han fallecido 1.107 personas, mientras que en España superamos los 117.700 casos y hay más de 10.900 muertos.
"Se debe, básicamente, a que el sistema de conteo de los casos es diferente", explicó José Félix Hoyo, presidente de Médicos del Mundo y experto en epidemias. De esta manera, Alemania no contabiliza como muertes por coronavirus a quienes tienen patologías previas y, además, realizan test masivos, casi medio millón a la semana.
"Al detectarlos antes, los pacientes leves son más numerosos", detalló Hoyo, quien también profundizó en el análisis de las grandes diferencias que presentan ambos sistemas sanitarios: "Si uno se centra en que la salud de todos los días sea excelente, como es el caso del sistema sanitario español, a lo mejor detrae fondos de que haya una preparación específica para epidemias".
Porque España, según los expertos, es más inclusiva y se centra en la atención primaria, pero no en las grandes epidemias. "En España no hay epidemias. No es una prioridad sanitaria", indicó el presidente de Médicos del Mundo, que ha señalado que en Alemania sí se han preparado para este tipo de casos.
En el caso de Francia, solo contabilizan como víctimas del coronavirus a los que han muerto en los hospitales. Solo este jueves, por primera vez, facilitaron cifras de los geriátricos. Su tasa de mortalidad, así, se establece en el 7,6%.
España e Italia optan por la honestidad
En la actualidad, España es el segundo país del mundo con más muertes confirmadas por coronavirus. Ronda las 11.000, un número muy alto que no se maquilla. Y es que en nuestro país se opta por la transferencia y también se incluye en las cifras a los que mueren en hospitales, residencias o en sus casas, y tanto a los muertos con patologías previas como sin ellas, lo que da como resultado una mortalidad del 9,2%.
También en Italia son honestos y cuentan de la misma forma a los muertos. Ellos son, a nivel mundial, el país con más muertes por COVID-19: hay cerca de 14.000 víctimas y los positivos superan los 115.000, una cifra que supone que la tasa de mortalidad sea del 12%.