Más de una hora antes del inicio oficial, la plaza de Colón comenzaba a llenarse. En total, unas 45.000 personas, según la Delegación del Gobierno, han ido hasta la plaza de Colón, aunque no han llegado a llenarla. Para PP y Ciudadanos, el número de asistentes sube hasta los 200.000.
Todas ellas con la misma idea. "La gente está un poco fatigada ya de tanta humillación", aseguraba un manifestante.
Lo más visto del día, las banderas rojigualdas, y si alguno se había dejado la suya en casa, se podía comprar allí mismo. Junto al rojo y al amarillo, también algunas banderas europeas y muchos carteles verdiblancos. Estos últimos no había necesidad de comprarlos. Varios voluntarios los han repartido de forma gratuita en los accesos a la plaza.
Muchos otros han optado por traer sus propias pancartas. "Hay quienes quieren vender a España y no estamos a favor de eso", destaca un hombre.
La concentración ha discurrido en un ambiente festivo y con una proclama clara: "España, España".
A favor de España y en contra del gobierno de Pedro Sánchez. También muy repetidas las consignas contra del independentismo catalán.
Algo más de media hora ha durado el acto en sí, tras el cual ha llegado el momento de la foto de familia, sin Inés Arrimadas por un retraso en su tren. Entonces, ha llegado el momento culmen cuando ha sonado el himno.
Incluso tiempo después de finalizar el acto, los asistentes eran reacios a irse y eso que muchos habían viajado de madrugada. Más de160 autobuses fletados por los partidos organizadoresdesde toda España.