Hay quien se ha enterado por la prensa. "No tenía ni idea. Me acabo de enterar ahora mismo. Una noticia mala", decía el diputado del PP, Carlos Floriano, en los pasillos del Congreso.
Noticia mala, aunque otra cosa es que sorprenda. Es algo que pasó hace mucho tiempo, dice el PP, pero no por ello menos grave.
"Son hechos de hace muchísimo tiempo pero eso no implica que tengamos que tomar una decisión difícil y drástica como es la de suspensión de militancia", sentenciaba Martínez Maillo, coordinador general del PP.
El único sorprendido en las filas populares era un viejo amigo. El único también que ha mostrado alguna cercanía con el exministro detenido. "He mantenido siempre una excelente relación con él y lo siento mucho", explica Jesús Posada, diputado del PP.
Las críticas más duras han llegado desde la oposición valenciana. Joan Baldoví, de Compromís: "El señor Zaplana ya dijo en su momento que había venido a la política para forrarse y ya vemos que ha cumplido su palabra".
Para PSOE, Podemos y Ciudadanos se trata de un capítulo más de la historia negra del PP. "Nos estamos acostumbrando a que cada vez hay más caso de corrupción de esta naturaleza que afectan a cargos muy importantes del país", dice el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Esta misma tarde el comité de derechos y garantías del PP hará efectiva la suspensión de militancia de Eduardo Zaplana.