Eduardo Madina es el autor del “un militante un voto”, el del compromiso con las bases: “La vuelta del Partido Socialista a su vocación de mayorías” decía Madina. Con 41.338 avales y el apoyo más que evidente de la federación andaluza, Pedro Sánchez es el claro favorito, el del cambio de abajo arriba: “Necesitamos una alternativa real y no un mero recambio”. José Antonio Pérez Tapias, el veterano, es el candidato de la izquierda más a la izquierda: “Queremos que la izquierda dé un giro a la izquierda”.
Tras una carrera frenética para movilizar uno a uno a los militantes, los tres candidatos harán historia en un PSOE que por primera vez elige así a su secretario general. Si gana, Pedro Sánchez pondrá cota a la financiación ilegal, limitará las aportaciones privadas a los partidos y abrirá la ejecutiva a la consulta con los militantes.
Madina apuesta por la renovación del partido cada dos años, por limitar los cargos a uno por persona y por qué, tras pasar por cargos públicos, los políticos no puedan ocupar cargos de decisión en empresas privadas. Para el candidato de Izquierda Socialista, el voto de los militantes debe estar presente en todos los procesos electorales. Pérez Tapias aboga por limitar los cargos por persona, pero también el sueldo y el número de mandatos.
En un debate de guante blanco pero sin precedentes en España los tres candidatos socialistas afrontaron también el problema de Cataluña. Eduardo Madina dijo que “llamaría a Mas, le diría hablemos, dialoguemos”, Sánchez se mostró más concreto: “No creo que se tenga que hacer un referéndum ni pactado ni legal” y Pérez Tapias aboga por conocer lo que piensan los catalanes: “Nos estamos jugando muchísimo, tendremos que saber qué es lo que piensan los catalanes”.
Pérez Tapias se desmarcaba también de los otros candidatos dejando claro que no será candidato a primarias para las elecciones generales. Unas primarias que los tres candidatos se comprometen a celebrar en noviembre aunque Pedro Sánchez ha abierto ahora la puerta a un posible aplazamiento.