La carrera por la Secretaría General del PSOE parece que no serán los 100 metros lisos, sino más bien una carrera de obstáculos. Uno de los aspirantes, Eduardo Madina, quiere claridad total y por eso ha pedido que se vuelvan a contar los avales, algo que permitirá saber de dónde procede cada uno: “Creemos que es positivo en términos de transparencia, no creo que a nadie le parezca mal. La transparencia es un valor positivo de la nueva forma de hacer política. Yo no me enfrento a nadie, no hay guerras, eso es un verbo que yo no voy a conjugar nunca”.
Con un nuevo recuento, se sabría por ejemplo, si el aparato de Andalucía está detrás de muchos de los apoyos de Pedro Sánchez. El que más avales ha conseguido asegura no tener miedo a un nuevo recuento: no pongamos en duda el proceso que está siendo ejemplar: “Lo importante es el debate, la participación, el agradecimiento a todos los compañeros y a todas las compañeras”.
Anoche, en laSexta Noche, sacaba pecho: “Yo he solicitado a la Comisión de Ética, no a los medios de comunicación, que se den a conocer el origen de los avales y yo encantado, ya te adelanto que voy a tener de todos lados”.
Pero a Pérez Tapias, que entró in extremis en la carrera con sólo 36 avales de más, no le parece tan buena idea volver a contar los avales: “Esa revisión del voto por federaciones para sembrar sospechas o dudas sobre el proceso mismo no es lo mejor”.
Cada hora que pasa aumentan las sombras sobre esta parte del proceso. Parece, por ejemplo, que no se llegaron a contar todos los avales que consiguió Alberto Sotillos y aunque no llegó al mínimo, esos avales podrían haber invalidado otros, ya que no se puede apoyar a dos candidatos. A 15 días para elegir democráticamente al sucesor de Rubalcaba y con la carrera en marcha, la Transparencia máxima sería la mejor opción.