La decisión del presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, de no presentarse a las próximas elecciones autonómicas y de convocar de manera inmediata las primarias para elegir sucesor ha sido interpretada por algunos barones como la pretensión del presidente andaluz de controlar sus primarias, y condicionar el calendario futuro del secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba.

La reunión de la Ejecutiva se celebra a las 18:30 horas en la sede del PSOE de Andalucía y, aunque todavía no ha sido oficialmente convocado, está previsto que a principios de la próxima semana se reúna también el Comité Director del PSOE-A, máximo órgano entre congresos, que dará el "pistoletazo de salida" al proceso de elecciones primarias.

Fuentes socialistas han indicado que la intención es que las primarias para elegir al futuro candidato a la Presidencia de la Junta se celebren en julio, para lo que el Comité Director fijará la próxima semana el calendario y los pormenores de este proceso.

En principio, la opción que se baraja con más fuerza para sustituir a Griñán es la de la consejera de Presidencia y secretaria general del PSOE de Sevilla, Susana Díaz, que no ha querido pronunciarse sobre su posible candidatura, mientras que otros destacados dirigentes, como el número dos del partido en Andalucía, Mario Jiménez, se ha descartado.

Fuentes del PSOE consideran que buena parte de la decisión de José Antonio Griñán se ha producido en 'clave andaluza' y son varios los factores que han influido en ella. Entre otros, la intención del presidente andaluz de tener un mayor control sobre las primarias, que se celebrarán con la votación de los militantes en lugar de ser abiertas, algo que dejaría en el aire el resultado final. El asunto de los ERE en Andalucía también ha influido en el presidente Griñán, así como la elección que ha hecho su socio de gobierno IU, de un nuevo coordinador general que consideran más radical y que puede complicarles la relación.

Sin embargo, algunos barones socialistas consideran que esta clave andaluza supone también un efecto colateral en la dirección federal del partido. Alguno asegura incluso que "desautoriza" o "deja en pañales" el calendario que había trazado el secretario general de no realizar primarias hasta pasadas las elecciones europeas de mayo del próximo año.

De hecho, aseguran que el hecho de que en Andalucía se designe ya un sucesor de Griñán, dando paso a un relevo generacional, abre una dinámica "imprevisible" en el partido, porque buena parte de él considera que es necesario elegir cuanto antes a un candidato, a "un líder social de futuro", y ahora será muy difícil encontrar argumentos para retrasar esa decisión.