Carles Puigdemont ya ha regresado a Waterloo, aunque no se ha dejado ver. El expresident de la Generalitat ha roto su silencio este viernes a través de redes sociales con un comunicado en el que ha confirmado que se encuentra en la localidad belga, que había convertido en su residencia oficial durante los últimos años tras escapar de la Justicia española... y a la que ha retornado tras huir de la Justicia española nuevamente, en una fuga por la que aún se están pidiendo muchas explicaciones.
En su comunicado, el líder independentista ha aseverado que ha vivido "unos días extremadamente difíciles" en los que ha recorrido "miles de kilómetros en muy pocos días"; jornadas de "una tensión difícil de explicar", tal y como ha manifestado en su publicación. Una publicación extensa en la que no ha dudado en apuntar directamente contra los Mossos d'Esquadra después de la defensa esgrimida por el cuerpo policial para justificar el no haber podido detenerle.
"No puedo creer que la caza de brujas que se ha desatado contra algunas personas concretas, simplemente porque las han visto a mi lado en momentos determinados, sea protagonizada desde ámbitos políticos que se llenan la boca de lucha antirrepresiva", ha expuesto sin tapujos Puigdemont, llegando a afirmar que "la ola represora que ha desatado el conseller Elena y el comisario jefe de los Mossos es digna de Marlaska o de Zoido".
En esta línea, el máximo responsable de los posconvergentes ha lamentado que personas de su núcleo cercano estén recibiendo "la ira de unos responsables políticos y policiales que saben que no han estado nada a la altura del momento". Y lejos de quedarse ahí, ha apostillado: "Reciben (esa ira) porque el conseller y el comisario jefe han tenido una pataleta al ver que el espantoso, incomprensible y delirante dispositivo policial no lo ha entendido nadie, y sólo ha servido para molestar a los ciudadanos".
Para molestar... y "para gastar inútilmente dinero público", ha añadido Puigdemont, con una feroz crítica a la cúpula policial (y una muestra de apoyo a los agentes detenidos que habrían facilitado su fuga): "Haría más servicio combatiendo la delincuencia y el crimen organizado que persiguiendo a políticos que no tienen ni una sola condena y castigando a agentes de los Mossos por su compromiso cívico, y no porque hayan cometido ningún delito".
No iba a entregarse
Entre las muchas otras aseveraciones que ha realizado el considerado por muchos independentistas como Molt Honorable en su extenso mensaje en redes sociales, ha reconocido que "nunca" ha tenido la voluntad de entregarse "voluntariamente" ni de facilitar su detención. La razón: ve "inaceptable" que se le esté "persiguiendo por razones políticas y que, encima, no se esté aplicando la ley de amnistía". A este respecto, ha puntualizado: "Entiendo las razones por las que el Supremo tiene la obsesión por tenerme en sus manos, pero ni el operativo ni la reacción de los mandos políticos y policiales de los Mossos es comprensible ni aceptable".
A esos mandos policiales ha seguido refiriéndose para argumentar que "a los Mossos no se les debe pedir lealtades a ideas y narrativas políticas", que es lo que, según ha proseguido, "hacen los españoles con su Policía y la Guardia Civil". "Aquí hemos defendido siempre un modelo policial propio y de carácter nacional, que se creen muchos agentes que tienen vocación de servicio público", ha reivindicado, aprovechando esta reflexión para cargar contra la 'Operación Jaula' que se estableció este jueves en Cataluña para impedir su huida. Un dispositivo que ha llegado a comparar con el establecido tras los atentados perpetrados en Cambrils.
"Cuando se decidió montar fue porque había que atrapar a unos terroristas que acababan de perpetrar una masacre en la Rambla. Unos terroristas. Gente que acababa de asesinar indiscriminadamente. No un responsable político que tiene una orden de detención que toda Europa ha rechazado y que, por supuesto, no ha matado a nadie", ha advertido, insistiendo, y mucho, en este escenario: "¿Cuántas órdenes de detención existen en estos momentos vigentes contra ladrones, violadores, narcotraficantes y asesinos? ¿Y cuántos dispositivos como el de ayer se están montando? ¿No se les cae la cara de vergüenza?".
Puigdemont no ha querido terminar el mensaje sin desmentir que protagonizara su fuga con un "sombrero de paja", como han apuntado algunas fuentes, ni que escapara en el interior de un maletero. "Son cosas que se inventan en los atestados policiales", ha señalado. Del mismo modo, ha asegurado que "si el conseller Elena y el departamento de Interior hubieran cumplido con la ley" y le hubieran dado el escolta que le "corresponde", habrían sabido "en todo momento" cuál era su recorrido por Barcelona y por Cataluña. "No hubiera sido necesaria la delirante operación que formará parte para siempre de su biografía pública. Y no como un mérito precisamente".