Ni una semana ha durado la cordialidad entre PSOE y PP después de su acuerdo de renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El Tribunal Constitucional ha sido el objetivo que ha elegido ahora el líder de los 'populares', Alberto Núñez Feijóo, cuestionando su imparcialidad.
Pero ¿por qué ha elegido Feijóo atacar el Constitucional en este momento? Hasta ahora no se había escuchado al líder del PP cuestionar al alto tribunal, pero ahora jugará un papel clave en la gran batalla de la legislatura: la ley de amnistía. Después de conocerse la sentencia del Tribunal Supremo de no amnistiar a los líderes del 'procés' procesados o condenados por malversación, cabe recordar que esta decisión solo puede revisarse y, en última instancia, revocarse en el Constitucional.
Ahora se abre una larga vía de recursos que empiezan en el propio Tribunal Supremo, uno por parte de Puigdemont y el resto de huidos que serían resueltos, en primer lugar, por el juez Llarena y, después, por la Sala de Apelación. En el caso de Junqueras y los ya juzgados, sería la Sala de lo Penal presidida por el juez Marchena quien tomase la decisión.
De no ser atendidos sus recursos, el paso siguiente sería pedir amparo al Tribunal Constitucional y después al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, de ahí su importancia en esta nueva línea argumental del PP. Desde el Gobierno han mostrado su "máximo respeto" por la decisión del Supremo, pero lanza un mensaje en palabras de Pilar Alegría: "El texto de la ley de amnistía es muy claro y la voluntad del legislador es tan clara como el texto de la propia ley".
Aunque Feijóo se siente ahora amparado por el Supremo al considerar que les está "dando la razón", Yolanda Díaz ha respondido recordándole que el Supremo no ha llevado la ley de amnistía al Constitucional, algo que habría hecho "si lo pensase". El juez Llarena no descarta este extremo, dando 10 días a las partes para plantear si consideran pertinente que plantee una cuestión sobre la constitucionalidad de amnistiar la desobediencia.
Lo que sí descarta por ahora el Supremo es presentar una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, aunque podría hacerlo más adelante si el Constitucional revoca la decisión de no amnistiar a los líderes del 'procés'.