El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecerá en unas horas para anunciar cuál ha sido su decisión tras cinco días de silencio. Pese a sopesar una dimisión, existen cuatro escenarios posibles, que pasan por la continuidad del presidente, por el hecho de que la ligue a que prospere una cuestión de confianza, por una convocatoria electoral para la que tendría que esperar aún poco más de un mes, o por la renuncia y el consiguiente intento de investidura de otro representante socialista.
Así que ahora mismo están abiertos cuatro posibles caminos y cada vez queda menos para que se sepa cuál es el que escogerá Pedro Sánchez. El primero sería el de la dimisión: una situación que ya se dio con Adolfo Suárez en 1981. En este caso, las Cortes no se disolverían y se abriría una etapa en la que el Gobierno entraría en funciones. A la cabeza, la actual vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, que estaría en funciones hasta la investidura de un nuevo presidente o presidenta.
Otra opción es una nueva convocatoria de elecciones, aunque no sería inmediata. Habría que esperar hasta el 29 de mayo, cuando se cumple un año de la última disolución de las Cortes. En este caso, Sánchez podría repetir como candidato del PSOE para las nuevas elecciones o que los socialistas optaran por un nuevo líder.
En su tercer sendero, podría proponer someterse a una cuestión de confianza en el Congreso de los Diputados. Una prueba de fuerza en la Cámara Baja que para superarla solo necesita más votos a favor que en contra. Sin embargo, si no lo consigue, está obligado a dimitir.
Y la cuarta y última vía sería que, tras su periodo de reflexión, decida continuar al frente del Gobierno y la legislatura siga su curso. Sin embargo, Sánchez también puede sorprender, quizás, con un quinto escenario, pero sea lo que fuere, solo queda esperar lo que decida el presidente finalmente este lunes.