Este martes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostró tajante con la posibilidad de no ampliar el estado de alarma el próximo 9 de mayo, día en el que este deja de estar en vigor: "Queremos que el 9 de mayo sea el punto final", indicaba. Un hecho que ha provocado la respuesta de diversas comunidades autónomas, y que plantea una cuestión todavía incierta: ¿se prolongarán las medidas actuales, como el toque de queda o los cierres perimetrales, más allá de esta fecha?
En este sentido, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha explicado este miércoles que si la tendencia "sigue siendo la actual y bajan los contagios", entonces "podría decaer el estado de alarma". De este modo, tal y como ha indicado la ministra de Hacienda en una entrevista en RTVE, "habrá un movimiento más normalizado". Es decir, las restricciones podrían sufrir un cambio relevante a partir del mes que viene.
"Cuando caiga el estado de alarma, habrá un movimiento más normalizado"
"Me refiero a que acaben las medidas generales, el toque de queda… lo que no acabará nunca es la competencia de las autonomías para delimitar cuáles son las medidas de seguridad que quieren poner en marcha en su territorio", incide la portavoz, que apunta a que este levantamiento "no es nuevo", y confía en una desescalada positiva: "Los umbrales los marca el Consejo Interterritorial de Salud. Lo importante es la tendencia, ojalá no haya cuarta ola; parece que podemos andar sin esta herramienta", sentencia.
El toque de queda y los cierres perimetrales, en el aire
Desde Sanidad insisten en que la "cogobernanza" que ha regido la gestión del coronavirus durante todos estos meses se mantendría intacta con o sin estado de alarma. Ahora bien, la realidad jurídica muestra cómo algunas de las restricciones más importantes están bajo el paraguas de este decreto, por lo que medidas como el toque de queda o los cierres perimetrales, hasta ahora decididos en el Consejo Interterritorial de Salud, pasarían a ser potestad de las autonomías.
Ante esta cuestión, también se ha pronunciado otra miembro del Gobierno; en este caso, la vicepresidenta Carmen Calvo, que asegura que no será necesario cambiar la ley a partir del 10 de mayo, debido a que ya hay "instrumentos" para ello.
"No hay que modificar ninguna legislación, no hay que añadir nada para afrontar el 10 de mayo. El 10 de mayo tenemos instrumentos ordinarios para que a cada paso que vayamos dando, se puedan resolver con el acuerdo continuo de coordinación de las comunidades autónomas y el gobierno, sabiendo que las acciones coordinadas las tenemos que cumplir", expresa.
No obstante, la vicepresidenta no ha indicado hasta qué punto llegaría la flexibilidad de las CCAA para tomar las decisiones que considere oportunas. Sí lo ha hecho la ministra montero que, con respecto a los cierres perimetrales, abre la puerta a que cada autonomía tome su propia estrategia: "Podrían desaparecer dependiendo de la incidencia acumulada de cada territorio. Pero también cada territorio podría poner en marcha medidas de restricción". Es decir, de acuerdo con la representante, una vez terminado el estado de alarma, la pelota está en el campo de las autonomías, como ya ocurrió en verano.
Las CCAA se pronuncian
De Canarias a Navarra, diferentes gobiernos autonómicos se han pronunciado acerca de la posibilidad de finiquitar el estado de alarma, y las opiniones, hasta el momento, son dispares. Mientras que algunas como Canarias o Extremadura no la ven con malos ojos, otras como Madrid, Andalucía o Navarra insisten en su mantenimiento.
Madrid, contra el fin del estado de alarma
En este sentido, la región madrileña ha sido una de las más críticas con el anuncio de Sánchez, al que califica de "irresponsable": "Está usando la pandemia con fines electorales. El estado de alarma es una exccepción que hay que levantar cuanto antes, pero hay a la que hay que dotar de instrumentos", explica Enrique López, consejero de Justicia de la región, en unas declaraciones recogidas por Al Rojo Vivo.
Así, según López, desde el PP pedían un "plan B" cuando se oponían a la prórroga del estado de alarma (votando en contra en el Congreso), mediante "una ley de pandemias". Pero afirma que el Gobierno "es perezoso y no la ha puesto en marcha".
"El Gobierno de España no ha hecho nada para que tengamos un régimen jurídico que nos dé garantías", añade la presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso que, como López, pide una ley específica para la pandemia: "Que la redacten de una vez. Lo que pido es que haya una estrategia, ¡un algo!", exclama.
"Lo que pido es una estrategia, ¡un algo!
Castilla-La Mancha muestra "ciertas dudas" con el fin del estado de alarma
El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, admite que existen "ciertas dudas, sobre todo desde el punto de vista jurídico", sobre cómo actuar si se acaba el estado de alarma. Sobre todo, según él, por que sean las regiones las que tengan que tomar el testigo.
"En aquellas situaciones donde se tienen que tomar decisiones que tienen que ver con los derechos fundamentales, tenemos dudas que veremos cómo se van trabajando y discutiendo" y que se abordarán en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) prevista para este miércoles.
Andalucía, en contra de la posición del Ejecutivo
Sobre la decisión de poner fin al estado de alarma, el Gobierno andaluz la considera como “precipitada”, e insiste en que Sánchez está anteponiendo los intereses políticos a los sanitarios: “El presidente del Gobierno la toma pensando en los apoyos que tiene en el Congreso para aprobar otro estado de alarma”, afirmaba este martes Elías Bendodo, portavoz de la Junta de Andalucía.
“Sánchez vuelve a mirar bajo el prisma político y no el sanitario”, recalcaba, remarcando que habría que ver cuál será la situación epidemiológica del país llegado el momento.
Para Canarias es "una noticia magnífica"
También el martes, el presidente canario, Ángel Víctor Torres, consideraba "una noticia magnífica" el anuncio de Pedro Sánchez. En esta línea, defiende que ya será una decisión tomada por "la responsabilidad social", y valora que esta medida decaiga ante una mejora de los datos de contagio "después de tantos meses de sufrimiento, zozobra y angustia".
Navarra indica que no tendría problema en prorrogar el estado de alarma
La presidenta de Navarra, María Chivite ha afirmado en una entrevista con la Cadena Ser que "no tendría ningún problema en pedir" una prorroga del estado de alarma si la considerara necesaria, especialmente a la vista de la evolución de la pandemia.
Así, Chivite ha situado la fecha del 9 de mayo "en el marco de la vacunación y la protección de los más vulnerables" y parte de la idea de que "esta cuarta ola no tiene visos de tener una incidencia tan alta" como las anteriores. De este modo, ha defendido que la "cogobernanza ha funcionado bien hasta el momento".
Baleares, por una "desescalada lenta"
La presidenta del Gobierno de Baleares, Francina Armengol, también ha afirmado que la aplicación del estado de alarma es una potestad del Gobierno central, pero su prórroga ya no depende solo de su competencia, "sino también de los grupos políticos".
De este modo, insiste en la necesitad de contemplar la situación epidemiológica del momento para valorar si es una buena o mala idea finiquitar el estado de alarma: "Hemos de asegurar la desescalada lenta y medidas restrictivas, y es el Gobierno de España el que nos tiene que dar la garantía jurídica para poderlo hacer, creo que eso sí es importante", concluye.
Junto con eso, también han mostrado su negativa otras regiones, como Galicia, Cataluña o Euskadi. En el caso de la primera, el presidente de la región, Alberto Núñez Feijóo, asegura que la decisión del Gobierno "es un doble salto mortal" en el que no hay información jurídica: "No hay alternativa. En España no hay alternativa para limitar movilidad, cierre de actividades económicas", señala este miércoles.
Algo parecido han mostrado en las otras dos regiones: "No se ha contrastado con las CCAA", apuntaba Urkullu, presidente del País Vasco, mientras que desde Cataluña, la portavoz del Govern en funciones, Meritxell Budó, concluye: "Un estado de alarma no es un estado ideal ni es algo que guste. Confío en que esta decisión se tome en función de cómo evolucionen los datos epidemiológicos".