ERC y el PSC han llegado este lunes a un preacuerdo para investir a Salvador Illa como president de la Generalitat catalana tras arrancar un compromiso sobre un "concierto económico y blindar el catalán". Las negociaciones han sido largas y han encallado en algunos momentos porque el fleco más importante era la "soberanía fiscal" de Cataluña. Uno de estos momentos ha sido este mismo lunes ya que la reunión de la dirección de Esquerra ha durado mucho más de lo previsto: demoró casi 10 horas al haber "mucho debate interno" en el seno de la formación.

Con este principio de acuerdo -que tendrá que ratificar la militancia de Esquerra este viernes-, los republicanos han conseguido el compromiso del PSC para las cuatro carpetas que habían presentado. Y es que, desde que sufrieran un severo revés electoral el pasado 12 de mayo -pasaron de 33 a 20 escaños-, los republicanos fijaron cuatro "carpetas" para negociar la investidura de Illa. Entre ellas, están dar pasos hacia la resolución del conflicto político catalán, políticas republicanas de refuerzo del Estado del bienestar, un nuevo impulso al catalán desde la administración y, la más importante, un concierto económico para Cataluña.

A falta de que den todos los detalles finales del preacuerdo, la portavoz de ERC, Raquel Sans, ha comparecido este lunes tras avalar la dirección el preacuerdo para dar todos los detalles: "Ha habido avances en las cuatro carpetas pero, sobre todo, con la del concierto económico". "Es una reivindicación histórica", ha añadido, y ha señalado que sobre este tema "ha habido movimientos por parte del PSOE en el último momento". El acuerdo estuvo a punto de encallarse porque "necesitaban que algunos cambios fueran estructurales".

Esta medida, subraya, prevé que Cataluña salga del régimen común y que la Agència Tributària Catalana "gestionará, recaudará, liquidará y revisará todos los impuestos, incluido" el impuesto sobre las personas físicas (IRPF). "Tener la llave de la caja, tener esta soberanía fiscal y recaudar el 100% de los impuestos era un elemento fundamental y lo teníamos que garantiza de forma estructural", y ha añadido que tienen la garantía de que se harán las "modificaciones legales necesarias" para que esta financiación sea vigente independientemente de quien gobierne en el Estado.

Sobre el concierto económico, ha zanjado que "es un paso de gigante en soberanía fiscal": "Con este acuerdo creemos que Cataluña estará más preparada para conseguir su objetivo, que es la independencia".

El catalán, resolución del conflicto y aplicar medidas republicanas, el resto de medidas

El otro gran punto del pacto con los socialistas es el b lindaje de la lengua catalana. Para Raquel Sans, es la "otra llave de la nación": "Somos conscientes de la crisis que padece y tenemos que garantizar la continuidad de las políticas en lengua, para que sea el elemento central de la nación". Por ello, se creará un departamento de política lingüística en el govern, porque quiere que los jóvenes sigan hablando catalán y que también se hable "en las aulas". Buscar, dice, que se garantice "el uso de la lengua en las extraescolares o en el ámbito de la salud".

La tercera carpeta de los republicanos es "la creación de la convención nacional para la resolución del conflicto político" en Cataluña. "Es importante arrastrar al PSC para que admita este conflicto y que nos diga qué propuestas tiene para solucionarlo", ha explicado la republicana. Según ha subrayado, se trata de una herramienta "que tendrá el Parlament de Cataluña, donde todas las formaciones podrán proponer soluciones".

Para Sans, "es importante que las formaciones reconozcan que hay un conflicto": "En ERC creemos que la solución es un referéndum, pero queremos escuchar las propuestas del partido dirigente". La republicana ha sacado pecho y ha asegurado que, "fruto de las negociaciones que vienen de lejos, han conseguido la ley de amnistía", algo que se parecía "imposible".

La última carpeta, y la más escueta, es sobre "las políticas republicanas que tienen que ver con el día a día de los ciudadanos" y que tendrán que ser garantizadas en el nuevo govern de Illa. Estas pasan por "garantizar la Consejería de igualdad y feminismos", entre otras cuestiones.