El discurso de Nochebuena del rey Felipe VI tuvo lugar en un espacio muy distinto. No se trató ni del Palacio Real, ni de su despacho, ni del Salón de Audiencias de su residencia oficial, el Palacio de la Zarzuela.
Su Majestad escogió este año una habitación contigua a este salón, una estancia más pequeña, pero que a la vez permite un espacio más claro, diáfano y moderno donde varios detalles que no se ven a simplemente completaron su mensaje a los españoles.
En primer lugar, cobró gran protagonismo la foto que se encontraba detrás del monarca: una del primer acto en solitario de la princesa Leonor y la infanta Sofía, que acudieron a visitar la Reserva de la Biosfera de Montejo de la Sierra, en Madrid, durante la iniciativa europea 'Un árbol por Europa'.
A su derecha, más fotos familiares: de los Reyes, la princesa y la infanta en un verano en Miravent. También intervenciones del rey ante la ONU y en el Parlamento Europeo.
El discurso tuvo lugar flanqueado por dos cuadros de arte contemporáneo de Patrimonio Nacional. A la izquierda del monarca, 'L'Aventura', del pintor catalán Albert Rafols Casamada. A la derecha, uno de la argentina Sarah Grilo. Y entre ambas pinturas, las banderas de España y de la Unión Europea.
Tampoco podían faltar los toques navideños: flores de Pascua por la estancia, un pequeño Belén y un gran árbol de Navidad.
También estuvo presente la Constitución, sobre una mesa de acero acristalada, y la edición del Boletín Oficial del Estado de las Constituciones Españolas sobre un ejemplar de la 'Biblioteca Nacional de España. 300 años haciendo historia'.