En una entrevista en Catalunya Ràdio, Torra ha aseverado que plantea en esta legislatura diálogo con el Gobierno central, y ha explicado que "una vez sentado en la mesa con Rajoy hablaremos de todo, y lo primero que pediré es respeto al derecho a la autodeterminación del pueblo de Cataluña".
El presidente electo ha cuestionado la decisión de su predecesor, Carles Puigdemont, cuando el pasado 10 de octubre dejó en suspenso una declaración de independencia para abrir un periodo de negociación, aunque luego sí que se aprobó en el Parlament una declaración unilateral de independencia.
Así, al ser preguntado por si lamenta que Puigdemont no hubiera declarado la independencia después del 1-O, ha respondido que sí, que la "gran oportunidad era el 10 de octubre", y que se tenía que haber "proclamado la república, defenderla y que nadie se marchara del país".
En todo caso, ha dicho que hay que aprender lecciones del pasado y que habrá que buscar "otra ventana de oportunidad que tendremos que saber crear" a través de una estrategia que debe ir construyendo el soberanismo, "entre todos", sin más concreciones.
A la espera de que se concrete su toma de posesión, que cree que quiere organizar el Gobierno central, Torra ha dicho que le gustaría que fuera un acto "íntimo y discreto", que sirva para "demostrar la situación excepcional y de tristeza que vivimos", por los políticos presos.
Ha aseverado que nadie del Gobierno ni los líderes de los principales partidos nacionales le ha llamado para felicitarle, tampoco la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pero ha quitado hierro al asunto: "Me parece que no tienen mi teléfono", ha comentado.