327.608 migrantes sin papeles han llegado a España en los últimos nueves años. Una cifra que evidencia la crisis que no solo se vive en el país, sino en toda Europa. Aunque esto es solo la punta del iceberg. El drama migratorio, que ha repuntado en el último lustro, ha golpeado de lleno a los países-destino del continente europeo, donde, en respuesta, se ha dado un resurgir de los discursos xenófobos. Unos discursos que dejan de lado, si no difuminan directamente, el verdadero problema de base: la trágica situación que viven los extranjeros -en su mayoría procedentes del continente africano-, obligados a jugarse la vida saltando vallas o navegando con todo tipo de dificultades en cayucos durante días.

Las desigualdades demográficas y económicas, los regímenes autoritarios y las crisis y conflictos internos que se viven en algunos países del Norte de África son algunos de los factores clave que han provocado un incremento notable de la llegada de extranjeros a España durante el 2024. En concreto, se ha registrado un aumento del 66% durante los seis primeros meses de año en comparación al 2023. Esto es, 31.155 personas migrantes -entre ellos, más de 5.000 menores- sin papeles han llegado a nuestro país en lo que va de año, repartidos especialmente entre Canarias, Ceuta y Melilla, territorios sobrepasados ahora mismo por esta problemática.

Tal es la gravedad que los gobiernos de Canarias Ceuta y Melilla están pidiendo ayuda para el reparto y el Gobierno de España se encuentra en búsqueda activa de soluciones para paliar una crisis que, de momento, solo va en aumento. Precisamente, la última vez que España registró unos números similares a los de este 2024 fue en 2006, durante la conocida como 'crisis de los cayucos' en Canarias cuando llegaron más de 31.000 personas.

Pero: ¿cómo han cambiado las migraciones en España? Según los informes anuales del Ministerio de Interior -realizado en base a un recopilación quincenal del número de entradas de migrantes sin papeles por vía marítima y terrestre-, en los últimos años el balance migratorio ha vivido una ligera subida, llegando a su punto álgido en el 2018, con un total de 64.298 entradas de migrantes en situación irregular en toda España. Una cifra que, sin embargo, estuvo a punto de batirse en 2023, cuando, siempre de acuerdo con los datos trasladados por Interior, se notificaron hasta 56.852 movimientos migratorios no autorizados.

Tal y como se observa en la gráfica, la curva experimentó una tendencia alcista entre 2015 y 2018, pasando de las 16.292 entradas hasta las 64.298. Cabe destacar, no obstante, que el año 2019 marcó un punto de inflexión con un importante descenso, hasta las 32.513 llegadas de migrantes registradas. A partir de la pandemia, el número de llegadas volvió a aumentar de manera exponencial: 42.097 en 2020, 41.945 en 2021, 31.219 en 2022 y 56.852 en 2023.

Tanto como ha variado la cifra de llegadas de migrantes en situación irregular a España en los últimos año, también lo ha hecho la forma en la que han arribado a territorio nacional. En 2018 y 2023 se marcaron récords de entradas de migrantes sin papeles por vía marítima, con 57.498 y 55.618 notificadas, respectivamente. Si bien en 2015 las entradas por vía marítima representaban el 38% del total de llegadas, dicho porcentaje se alzó hasta el 97,8% el año pasado.

La lista completa de llegadas de migrantes sin papeles por vía marítima desde el 2015 al 2023 queda reflejada en la siguiente tabla: 6.190 en 2015, 8.834 en 2016, 21.971 en 2017, 57.498 en 2018, 26.168 en 2019, 40.385 en 2020, 40.100 en 2021, 28.930 en 2022 y 55.618 en 2023. Hay que destacar que la diferencia de más de 25.000 migrantes entre 2017 y 2018 se debe al cierre de fronteras en Grecia e Italia, provocando que los flujos migratorios se redirigieran, sobre todo, a la ruta del Estrecho.

Pese al aumento exponencial de movimientos migratorios por vía marítima, no es la única usada para alcanzar territorio español. La otra vía principal ha sido y es la terrestre, si bien ha menguado durante los últimos cinco años. El registro de migrantes que han entrado a España por Ceuta y Melilla pasó de los 5.863 en 2017, los 6.800 en 2018 y los 6.345 en 2019, a no llegar a un máximo de 2.300 una vez estalló la crisis sanitaria del COVID-19. Desde el inicio de la pandemia, se contabilizaron 1.712 entradas en 2020, 1.845 en 2021, 2.289 en 2022 y 1.234 en 2023.

En cuanto a los epicentros de la crisis migratoria, hay tres claros escenarios: Ceuta, Melilla y Canarias. Tres puntos que, por su cercanía a los países africanos, se han convertido en los principales destinos de los migrantes. El caso de Canarias resulta el más llamativo: en nueve años, las islas han pasado de recibir 672 extranjeros en situación irregular a 39.910. La reactivación de la ruta canaria se debe a la creciente inestabilidad en el Sahel, con constantes golpes de Estado, y las repercusiones sociales de la crisis política en Senegal.

Como se observa en el gráfico sobre estas líneas, este es el registro anual: 672 en 2015, 875 en 2016, 425 en 2017, 1.307 en 2018, 2.698 en 2019, 23.721 en 2020, 22.316 en 2021, 15.682 en 2022 y 39.910 en 2023. Unas cifras que dejan claro que las islas se han convertido, en el último lustro, en la ruta más recurrente. De hecho, en lo que llevamos de 2024, el número de migrantes que han llegado a Canarias por vía marítima ya supera los 22.000 extranjeros y las 340 embarcaciones, sobrepasando la cifra de los últimos nueve años exceptuando el 2023.

Las nacionalidades también cambian

La subida de llegadas en Canarias y la bajada en Ceuta y Melilla sigue una serie de patrones que tienen que ver con la nacionalidad, las rutas y, por consecuencia, el destino. Una realidad que se refleja en el 'Informe Anual de Seguridad Nacional' del Ministerio de Interior. En la edición de 2023, se recalcó que la movilización migratoria provino principalmente de Marruecos, Senegal y Argelia, además de subsaharianos no identificados que, según el propio estudio, podrían proceder de Mali, Guinea o Gambia. A 31 de diciembre de 2023, habían llegado por la ruta atlántica 40.403 emigrantes en situación irregular, lo que se traduce en un incremento de 161% con respecto a 2022. De ellos, un 44% sin identificación de nacionalidad, un 17% de Senegal, un 14% de Marruecos y un 6% de Mali.

En cuanto a los motivos de los desplazamientos, desde Interior apuntan, entre otras causas, a la situación de inestabilidad y el deterioro de la seguridad en Mali y en el Sahel que, según el Ministerio, reúnen -especialmente en el último caso- "una serie de factores que contribuyen a la emigración: inestabilidad social, tensión política, aumento de la actividad terrorista y unas condiciones económicas deficitarias". A ellos se suma el caso de Senegal, donde el 63% de la población es menor de 25 años, más de 300.000 jóvenes acceden anualmente a un mercado laboral que no está preparado para su absorción y la situación política es tensa, con vistas a las próximas elecciones previstas para 2024".

En 2023 la movilización migratoria provino principalmente de Marruecos, Senegal y Argelia, además de subsaharianos no identificados

Son, en su conjunto, factores que han acabado por incrementar el número de desplazados y en Estados colindantes, como es el caso de Mauritania. Y en este desplazamiento masivo, la ruta de tránsito migratorio hacia Argelia fue y sigue siendo la más empleada, a pesar del mayor blindaje de su frontera sur. Ahora, ¿la coyuntura era diferente en el 2018? Tan solo ha pasado seis años entre ambos informes y, sin embargo, presentan resultados totalmente diferentes. En primer lugar, mientras la UE -según el informe de Interior- marcaba "una reducción en sus llegadas con respecto a 2017", nuestro país cuantificó un total 64.421 personas en 2018, un 131% más que el anterior año.

No solo eso, sino que las llegadas se concentraron, a diferencia del 2022, en las zonas sur de la península ibérica, con una mayor presencia de migrantes en Cádiz con 19.038, Almería con 12.394, Málaga 11.249 y Granada 9.431, teniendo el pico máximo entre los meses de junio y noviembre. Así, los principales países de procedencia de los migrantes y los mayores incrementos porcentuales de llegadas anuales fueron Marruecos (13.041), República de Guinea (6.113), Mali (5.782) y Argelia (4.693).

"En particular, el número de inmigrantes procedentes de Mali experimento un 872% de incremento entre 2016 y 2017 y un 788% entre 2017 y 2018. Sin embargo, el número de inmigrantes procedentes de Argelia, cuarto país en términos de procedencia, se mantuvo estable con un 8% de incremento en 2018 respecto a 2017", se indicaba en el 'Informe Anual de Seguridad Nacional de 2018'.