Pedro Sánchez se pertrecha para una legislatura de alto voltaje con un Gobierno de perfil muy político, que mantiene a varias caras ya conocidas, sin nuevos tecnócratas ni fichajes estrella. El presidente apuesta por una fórmula con cuatro vicepresidentas, a las que ahora se suma María Jesús Montero, y contará además con un 'superministro' en la figura de Félix Bolaños, que repetirá al frente de Presidencia pero ostentará también la cartera de Justicia.
Un nuevo equipo que el propio Sánchez ha presentado este lunes como "de alto perfil político para una legislatura de alto perfil político", con "personas capaces de gestionar pero también de llegar a acuerdos y de explicarlos públicamente". Lo forman 12 mujeres y 10 hombres al frente de 22 ministerios, los mismos que en la anterior legislatura.
Así, Nadia Calviño continuará, al menos de momento y a expensas de qué ocurre con su candidatura para presidir el Banco Europeo de Inversiones, como vicepresidenta primera y titular de Asuntos Económicos. La Vicepresidencia Segunda recae de nuevo en Yolanda Díaz, líder del socio júnior de la coalición, Sumar, y que seguirá al frente de Trabajo y Economía Social. Teresa Ribera continuará como vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, mientras que Montero se convierte en vicepresidenta cuarta y retiene el Ministerio de Hacienda.
Bolaños, aunque no será vicepresidente, jugará un papel protagonista en el nuevo Ejecutivo como ingeniero jefe de la legislatura de Sánchez. A su cartera de Presidencia se le suman competencias clave al frente de Justicia, donde deberá afrontar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el encaje de una ley de amnistía que se topa ya con el descontento de la mayoría de jueces. También es el titular de Relaciones con las Cortes, con lo que será el encargado de negociar todas las leyes cuando pasen por el Congreso.
Ministros que continúan y rostros nuevos
Por su parte, Pilar Alegría sigue como ministra Educación pero suma Deportes para controlar los preparativos del Mundial de Fútbol y además sustituye a Isabel Rodríguez como portavoz. Los Ministerios de Estado tampoco cambian: Margarita Robles continúa en Defensa, José Manuel Albares en Exteriores y Fernando Grande-Marlaska al frente de Interior, pese a que durante la legislatura han pedido su dimisión algunos sindicatos policiales, la oposición e incluso algunos sectores de Podemos..
Quien sí debuta en el Ejecutivo es el expresidente de Canarias Ángel Víctor Torres, que se queda con Memoria Democrática y la 'patata caliente' de Política Territorial: el líder del PSOE canario será el encargado de negociar con las comunidades autónomas.
Quizá las incorporaciones más desconocidas son las de Elma Saiz, que llega del Gobierno navarro y se encargará de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y la elegida para ser la nueva ministra de Igualdad, uno de los ministerios más controvertidos de la pasada legislatura, que regresa así a manos del PSOE: la doctora en Derecho Constitucional y exconcejala de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid Ana Redondo, desconocida -hasta ahora- para el gran público.
Los ministerios de Sumar
Sumar, el socio minoritario de la coalición, se queda por su parte con cinco carteras, las mismas que tenía Unidas Podemos en el Ejecutivo anterior. Al frente, en el núcleo duro, repite Yolanda Díaz como vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. Ante sí tiene el reto de lograr que se cumplan los acuerdos del Gobierno de coalición, entre ellos la reducción de la jornada laboral.
Los otros cuatro ministerios de Sumar tienen caras nuevas, aunque alguna ya sonaba en todas las quinielas. Es el caso de Mónica García, que será la nueva ministra de Sanidad, una cartera que hasta ahora ha estado hasta siempre en manos del PSOE. Licenciada en Medicina y anestesista de profesión, conoce muy bien la sanidad pública y hasta ahora lideraba la oposición a Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid.
También sonaba con fuerza el nombre de Ernest Urtasun, que será el nuevo ministro de Cultura. Eurodiputado desde 2014 y hombre de máxima confianza de Díaz, además de portavoz de Sumar, se queda con Cultura pero sin la parte de Deportes, que ahora se integra en el Ministerio de Alegría.
Los menos conocidos al frente de los nuevos ministerios de Sumar son Sira Rego y Pablo Bustinduy. La eurodiputada de Izquierda Unida, de origen palestino, asume una de las carteras de nueva creación, Infancia y Juventud, mientras que Bustinduy liderará el ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, competencias antes estaban a cargo de Alberto Garzón e Ione Belarra.
Podemos sale así del Consejo de Ministros y se queda sin carteras tras rechazar la oferta de Sumar de incorporar a Nacho Álvarez al Ejecutivo.
La economía, en manos socialistas
En cuanto a los ministerios económicos, Calviño será de nuevo la gran referencia como vicepresidenta primera. Junto a ella, Luis Planas continúa en Agricultura; el exalcalde de Barcelona, Jordi Hereu, se queda Industria, y Saiz, Seguridad Social. Así, José Luis Escrivá cambia de cartera y asume Transformación Digital, un nuevo ministerio que nace de competencias que hasta ahora eran de Calviño. La explicación podría estar precisamente en la posible salida de la vicepresidenta ya que, con estos cambios, Escrivá es ahora el mejor posicionado para sustituirla.
Finalmente, el antiguo Ministerio de Fomento se parte en dos: Vivienda, que será para Isabel Rodríguez, que abandona la portavocía del Ejecutivo, y Transportes, que será para Óscar Puente. El que fuera alcalde de Valladolid presenta dos credenciales: su apuesta por la movilidad sostenible en dicha ciudad y la potencia que tiene desde la tribuna, donde ya debatió con Alberto Núñez Feijóo en su investidura fallida.
Otra ministra que sigue, y aumenta sus competencias, es Diana Morant. La ingeniera valenciana, que entró en el Gobierno hace solo dos años, suma Universidades a las competencias de Ciencia e Innovación.