Aunque no citó expresamente los movimientos fascistas europeos de los años 30, el ministro ha recordado que, tras un siglo tan convulso como fue el XX, "el regreso a este tipo de planteamientos compromete los derechos y las libertades de todos los españoles, apelando al liderazgo carismático de un líder, a la movilización en la calle de las masas para confundirlas con el conjunto de la sociedad".
"Eso es lo que no es sencillamente democrático. En un estado con unos estándares mínimos de calidad democrática resulta urgente deshacer cuanto antes esa idea letal, que se trata de difundir desde algunos ámbitos, de que la política es algo distinto y contrapuesto a la ley y que, por tanto, los tribunales no pueden intervenir en los asuntos de la política", ha agregado.