El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparece hoy como testigo en el juicio del caso Gürtel para responder sobre unos hechos de los que dirá no haber tenido información alguna porque no eran de su competencia.
Será la primera vez que un presidente en ejercicio comparezca, aunque sea en calidad de testigo, ante un tribunal, un hecho que ha provocado una gran expectación política y mediática.
Rajoy está citado a las 10:00 horas en la sede de la Audiencia Nacional ubicada en un polígono de la localidad madrileña de San Fernando de Henares, y, en principio, según fuentes del Gobierno y del PP, acudirá solo.
En atención a su rango institucional, declarará "en estrados", es decir, colocado al mismo nivel que el tribunal, y por "cortesía institucional", y a la declaración asistirá el nuevo fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón.
Pero no será él quien se encargue del interrogatorio por parte de la Fiscalía, ya que, que lo harán, en su caso, las fiscales de la causa, Concepción Sabadell y Concepción Nicolás.
Está previsto también que el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, acuda a recibirle a las puertas de la sede del tribunal.
En el banquillo de los acusados no estarán algunos de los principales acusados, ya que según fuentes jurídicas, no esta previsto que asistan los tres presos por la primera sentencia de Gürtel: el cabecilla de la trama, Francisco Correa; su número dos, Pablo Crespo, y Álvaro Pérez, "El Bigotes". Sí pretende acudir el extesorero del PP Luis Bárcenas.
El interrogatorio, en el que empezará a preguntar la acusación que pidió su comparecencia, Adade, se centrará en lo que sabe de la contratación de empresas de la trama Gürtel por parte del PP cuando él era vicesecretario general del PP, cargo que ocupó entre 1990 y 2003.
Fuentes del Gobierno y del PP aseguran que Rajoy acudirá con intención de colaborar aunque consideran que puede aportar poco para aclarar los hechos juzgados al no tener información alguna porque no estaban bajo su competencia.
Intentará evitar contestaciones como las de "no me consta" o "no recuerdo", y si lo hace, será justificándolo y explicando, por ejemplo, cuál era su cometido en ese momento.