Visiones estratégicas, advertencias y un tono muy nostálgico respecto al PSOE "que más se parece a España". Se trata de los elementos que caracterizan la carta que firma el exdirigente socialista Ramón Jauregui este viernes en 'El Correo'. En esta misiva, el que fuera ministro de Presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero lamenta que "el proyecto de país" del partido parezca "encaminado a ser construido sin contar con la otra mitad de nuestros conciudadanos".

Cuestión que cobra importancia teniendo en cuenta uno de los debates que ha protagonizado -y continúa haciéndolo- la actualidad política española en los últimos meses: la financiación singular para Cataluña pactada entre el PSC y ERC. Su anuncio despertó recelos que parecían pasados y que se han visto agraviados por la ayuda exigida desde Canarias y Ceuta por la presión migratoria que vive en sus costas. En definitiva, la política territorial y su modo de contribución.

Eso sí, Jauregui asegura que "todos los temas de nuestra actualidad política son utilizados para polarizar a los dos bloques". Una polarización que lleva al que también fuera lehendakari a lamentar que "España parece condenada a reproducir la virulencia política de tiempos trágicos de nuestro pasado".

A pesar de que Jauregui no señale de forma directa a ninguna formación, sí que hace autocrítica de la estrategia llevada a cabo por el PSOE en este aspecto, al considerar que "muchos" de los "discursos" y "reacciones políticas" hechas desde Ferraz "alimentan esta dialéctica".

Incluso, exime de toda la responsabilidad al que siempre ha sido la principal oposición socialista: "Sería demasiado fácil, y en parte injusto, atribuir toda la responsabilidad de este 'bloquismo' creciente al PP y a la perturbadora presencia de la extrema derecha y del populismo en nuestro horizonte político".

Más allá de criticar la confrontación entre la tradicional relación izquierda-derecha, Jauregui también se fija en las alianzas alcanzadas en los últimos años y, más en concreto, en "la coalición con Podemos-Sumar", sobre la cual admite, "ha tenido luces y sombras evidentes". Cuestión que ha llevado al PSOE, a ojos del que también ostentó la secretaría general de la formación en el País Vasco, a situarse "sociológicamente en un espacio más a la izquierda que limita nuestro crecimiento electoral en el centro".

"Puede decirse, en consecuencia, que hemos perdido nuestra vocación de mayoría", dice Jauregui, recordando que "en su día" el PSOE se definía "el partido que más se parece a España". Ahora, lamenta que "el proyecto de país" contemplado en Ferraz "parece encaminado a ser construido sin contar con la otra mitad de nuestros conciudadanos". "Quizás me deje llevar por la nostalgia de un tiempo pasado", admite el exdirigente socialista.

Mirando al futuro, se refiere a "la llamada España plurinacional", a la que hacen referencia sus colegas de partido para justificar los "pactos nacionalistas". Sobre ellos, Jauregui insiste en que conllevan "costes electorales" como la pérdida de "poder en muchas comunidades autónomas" del PSOE.

A pesar de que el exlehendakari asegura que siempre ha considerado "inteligente y conveniente integrar nuestros nacionalismos en la gobernanza española", sostiene que el del PSOE "es un proyecto federal pactado y no una confusa y desigual confederación". De hecho, admite llenarse de "dudas" a la hora de "construir ese futuro con quienes no quieren compartirlo, y hacerlo frente y contra casi todas las comunidades autónomas españolas pasando por encima del partido mayoritario de España". "Es más, me inquieta hacerlo bordeando o vulnerando nuestra Constitución", escribe Jauregui en la misiva con cierto tono de advertencia.

Analizada la situación, el exministro de Zapatero manda deberes a Ferraz de una manera muy sutil. Lo hace cuando considera que "el PSOE debe perfilar un liderazgo más nítido en la actual coalición y debe hacerlo recuperando las señas de un partido con vocación de mayoría".

Además, da pistas de cómo hacerlo: "Entre otras cosas, recuperando un sincero discurso de renovar los pactos de Estado fundamentales" en materia de migraciones, política exterior, defensa, "y desde luego los pactos financieros y de autogobierno pendientes". Así invita a que el próximo Congreso sirva "para que la militancia pueda reflexionar y debatir sobre aspectos fundamentales del proyecto que representan estas siglas históricas".