¿Qué va a suceder con el Pazo de Meirás? Tras el fallo judicial que obliga a los Franco a devolver el complejo a la administración pública el próximo 10 de diciembre, todas las miradas se centran en la reunión que mantendrá el próximo miércoles por la tarde la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo, el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González, y el alcalde de Sada, Benito Portela.
El objetivo del encuentro es estudiar y acordar cómo se efectuará ese proceso de devolución del pazo, así como los elementos que lo conforman, por parte de la familia del dictador. Mientras se llega a esa conclusión, la justicia ha nombrado al Estado depositario de los bienes que alberga Meirás. Así decidía recientemente la jueza Marta Canales en un auto en el que argumenta por qué ha prohibido a los Franco la retirada del contenido del inmueble.
"La urgencia surge cuando los demandados, diciendo que van a entregar voluntariamente el pazo, previamente quieren proceder al traslado de bienes en 50 camiones, que sin duda son muchos camiones, lo que se traducía en un vaciado de no se sabía qué", exponía en el escrito la magistrada, aludiendo a la necesidad de conocer "qué existía en Meirás" antes de que desaparecieran de allí "todo tipo de bienes desconocidos".
De esta manera, los Franco sólo podrán retirar del Pazo de Meirás los objetos de uso personal, todos aquellos bienes que no tengan un valor cultural. En este sentido, la sentencia incluye también el depósito judicial de los bienes muebles de su interior, con varias joyas patrimoniales; a destacar, las estatuas del Pórtico de la Gloria, del Mestre Mateo, la pila bautismal de Muxía o los libros de doña Emilia.
Su recuperación implica reparar las memorias dañadas"
Pero ¿qué supone que 80 años después vuelva a ser propiedad de los españoles? Lo tiene claro el historiador Manuel Pérez, que ha explicado a laSexta que "su recuperación para el patrimonio público implica reparar las memorias dañadas de muchas personas que padecieron el proceso por el que el Pazo llegó a la propiedad del dictador, por coacciones". Se refiere Pérez a las maniobras que llevó a cabo el régimen franquista para que Franco fuese nombrado propietario de Meirás.
Una cuestión sobre la que ya se expresó la justicia el pasado mes de septiembre, cuando sentenció –aun con la posibilidad de recurso por parte de los demandados– que el inmueble fue un regalo que se hizo al jefe del Estado, y no a Francisco Franco a título personal. Asimismo, señaló que la compraventa con la que el dictador consiguió poner la vivienda a su nombre fue una simulación. "Así queda contrastado y documentado en el proceso judicial", apunta el historiador.
Y así se recogió en dicha sentencia: "Su nombre era Francisco Franco Bahamonde, pero no se le regala a él por sí mismo, sino al jefe del Estado. Las alegaciones de los demandados en relación a la intención de las vendedoras, que querían que el pazo se regalase a Franco a título personal, no se comparten". Un escrito que también concluyó que la escritura del 24 de mayo de 1941, prueba defendida por la familia Franco, fue una "simulación" después de que saliera a la luz un nuevo título de compraventa del complejo referido al año 1938, el de la Junta Pro-Pazo.
Un recorrido judicial de más de diez años
Fue en 2008, año en el que se intentó declarar las Torres de Meirás como Bien de Interés Cultural, cuando se puso en marcha la maquinaria política y judicial que ha terminado con la devolución del pazo. Otro momento clave llegó con el inicio de las visitas guiadas impulsadas por la familia del dictador. "Cuando la Fundación Franco se hizo a cargo del Pazo de Meirás, reventó la sociedad. Hasta aquí llegamos", ha señalado Fernando Souto, Presidente de la Comisión de la Memoria Histórica de A Coruña.
Para llegar a este punto fue fundamental la unión del Ayuntamiento de Sada, la Diputación de A Coruña, el Parlamento gallego, la Xunta y Gobierno Central; distintas administraciones con distintos colores políticos que lucharon juntas en este triunfo de la democracia. "Para nosotros en un orgullo enorme que desde Sada, desde Meirás, se inicie el final de los privilegios de los herederos del dictador", ha celebrado Benito Portela. Tras su entrega queda pendiente consensuar el uso futuro del pazo. Lo que está