Pedro Sánchez y Pere Aragonès se han visto en Barcelona a modo de previa de cara a su reunión en Moncloa. "Nos vemos el martes", le ha dicho el president de la Generalitat al presidente del Gobierno, el que será su primer encuentro formal después de los indultos.
Como dijo el propio Sánchez, "hay mucho de lo que hablar" en esa reunión, un paso previo a la apertura de la mesa de negociación en la que Aragonès insiste en sus demandas: amnistía y autodeterminación.
Ignacio Jurado, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III, cree que ambos objetivos son "difíciles o imposibles", algo que los independentistas "saben". El Gobierno avisa de que solo se sentará a negociar dentro de los límites de la Constitución.
La periodista y politóloga Estefanía Molina apunta a los posibles acuerdos a los que se podría llegar entre ambas partes, como un nuevo Estatut o la promesa de una reforma de algunas leyes orgánicas. Eso sí, "nunca en términos de autodeterminación o independencia".
Con esta estrategia, Sánchez asume riesgos, aunque también cuenta con incentivos, como "mantener y cimentar" el Gobierno de coalición, según apunta Jurado a laSexta. Por tanto, hacer ese bloque de izquierdas, nacionalistas e independentistas es beneficioso para Sánchez en términos de reeditar si ganara o incluso si perdiera las próximas elecciones generales.
Delante tiene a un PP que "cae al lado de Vox", afirma Molina, y que está firmemente en contra de la estrategia del Gobierno. Eso sí, con los indultos, Casado no ha encontrado en algunos sectores el apoyo que esperaba. "Pensaba que iba a ser un caramelo para atacar al Gobierno, pero no está funcionado como pensaba", valora Jurado.
Al otro lado, Aragonès al frente de un Govern con Junts, que, para Molina, está "pisándole los talones y fiscalizándole cada acción". Para voces de Junts, incluso los indultos han sabido a poco.