Felipe VI ha subrayado este viernes que España es un país “justo y solidario” y se ha mostrado convencido de que “jamás se borrará la impronta” de las cerca de 109.000 personas fallecidas desde que estalló la pandemia en marzo de 2020, al tiempo que ha hecho un llamamiento a tener “esperanza en el futuro”.
"Siempre conservaremos como un legado para nuestro país aquellos tiempos difíciles y a quienes hoy no están con nosotros. Honraremos la generosidad y valentía de los que arriesgaron la vida para salvar las de los demás", ha proclamado el rey en el tercer homenaje de Estado a las víctimas de la COVID-19 celebrado en el Palacio Real de Madrid.
Además de la reina Letizia, la ceremonia, bajo el lema 'Un aplauso para el recuerdo', ha reunido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a todos los ministros, a los poderes del Estado, a una docena de presidentes autonómicos, al líder de PP, Alberto Núñez Feijóo, y a representantes de los partidos, con la excepción de Vox, ha que rechazado participar en el acto.
Entre los alrededor de 300 invitados, también ha habido representantes del mundo de la sanidad y la ciencia, así como familiares de víctimas. Tras la ofrenda floral en el pebetero situado en el centro del Patio de la Armería y un minuto de silencio, don Felipe ha tomado la palabra para expresar el recuerdo para todos los fallecidos, de los que ha asegurado que "nada puede reparar el dolor de su ausencia".
"España es un país justo y solidario, siempre lo ha demostrado, con esperanza en el futuro. Jamás se borrará la impronta de todos los que ya no están con nosotros. Tienen nuestro reconocimiento y nuestro recuerdo, que permanecerán intactos para siempre", ha garantizado.
Para el monarca, la pandemia "escribió un triste punto y aparte para muchos ciudadanos" y sembró "la incertidumbre más honda e impredecible". Pero al mismo tiempo, sirvió para valorar el trabajo de la ciencia y del personal sanitario en la superación de la adversidad, pero “ofreciendo al mismo tiempo confianza en el futuro".
Don Felipe ha elogiado la tarea desarrollada por los médicos y enfermeros, del que ha recordado que se pusieron en primera línea "sin dudarlo" y se enfrentaron con "coraje y un esfuerzo extraordinario" para hacer frente a la enfermedad.
"Sentimos juntos el miedo, la frustración y la tristeza, aunque también y desde el primer momento, la solidaridad, admiración y gratitud por todas las personas que atendían las necesidades básicas y urgentes de los demás", ha añadido el monarca. Ha recordado la ovación diaria que los ciudadanos brindaron a los sanitarios durante los dos meses que duró el confinamiento. Unos aplausos de gratitud que "hoy son aplausos para el recuerdo", ha apostillado el rey.
Además de ensalzar el papel de los profesionales de la sanidad, Felipe VI ha hecho lo propio con el de los científicos, lo que permitió disponer de una vacuna en un tiempo récord. "Las vacunas contra la covid-19 se han convertido en uno de los acontecimientos más importantes de la historia de la sanidad universal", ha remarcado el jefe del Estado.
A juicio del rey, "son muchas las lecciones aprendidas" desde que estalló la pandemia que han de representar "una guía para el futuro". Entre ellas, ha destacado la inversión en ciencia, la cooperación internacional, el cuidado de los mayores, la solidaridad ciudadana o la solidez de los sistemas de salud.
En su intervención, el rey también ha valorado la tarea que desempeñaron las fuerzas de seguridad, los profesores, el personal de limpieza, los transportistas o las del sector de la alimentación.