El rey Juan Carlos extrajo cinco millones de euros de su fondo en el banco suizo Mirabaud, en Ginebra, antes de clausurar la cuenta en el verano de 2012 tras el escándalo de Botsuana.
Este depósito le generó rendimientos millonarios entre 2008 y 2012, registrando rentabilidades anuales de hasta el 7,7%. De hecho, a pesar de las continúas retiradas de dinero, el saldo medio nunca bajó de los 60 millones de euros. Así se desprende de los informes de la entidad bancaria de Ginebra a los que ha accedido 'El Confidencial'.
El rey emérito tuvo que dejar de trabajar con el banco Mirabaud tras el accidente de Botsuana en abril de 2012, donde se rompió la cadera durante una cacería de elefantes. Un hecho que llevó a la entidad bancaria a expresar su inquietud por dichos fondos.
Finalmente, el entonces jefe del Estado se vio obligado a cerrar el depósito y disolver la entidad Lucum Foundation y el resto de la estructura 'offshore' en la que ocultaba su fortuna. Fue también cuando tuvo que deshacerse de los 65 millones de euros que quedaban en la cuenta, los cuales fueron a parar a Corinna Larsen.
Según recoge el citado medio, solo entre enero y junio de 2012, meses antes de la clausura de la cuenta, el monarca sacó 4.912.870 euros. Un periodo de tiempo en el que, además, incrementó su fortuna en 1.465.296 euros debido a la inversión en varios productos financieros.