El acto central del Día de las Fuerzas Armadas, que se celebra en Logroño, ha comenzado pasado el mediodía con la llegada de los reyes, que presiden un desfile con unos 2.600 militares y guardias civiles, con 137 vehículos y 54 aeronaves.
La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal; el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, y la cúpula militar al completo asisten a este acto, en el que miles de personas han salido a las calles de la capital riojana y han recibido a los Reyes con aplausos y gritos de "viva el Rey".
Felipe VI, en calidad de jefe supremo de las Fuerzas Armadas, viste en esta ocasión uniforme del Ejército del Aire. También asisten el presidente de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, y la alcaldesa de Logroño, Concepción Gamarra, entre otras autoridades.
Tras pasar el rey revista a las tropas y recibir novedades, se ha izado la bandera y ha comenzado el homenaje a los fallecidos en acto de servicio.
En este momento cargado de emotividad y bajo el himno "La muerte no es el final", han acompañado a Don Felipe a colocar la corona funeraria ante el monumento a los caídos diez militares que han recibido la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, la máxima condecoración por actos de servicio.
A continuación se ha desarrollado el desfile aéreo, en el que han participado aviones cazas F-18 y Eurofighter, así como nuevo avión de transporte A400M. Lo ha abierto la Patrulla Águila, que ha efectuado una pasada de homenaje dejando una estela en el aire con los colores de la bandera de España.
Tras ello, en los 1.100 metros de recorrido, han desfilado los vehículos blindados 8x8 Piraña de la Armada y vehículos de intervención de la UME, así como carros de combate Leopard y vehículos de combate Pizarro. Como novedad, la gendarmería francesa ha desfilado junto a la Guardia Civil.