La Rioja ha decretado este miércoles el cierre de los comercios no esenciales en la comunidad, la limitación de las reuniones a una unidad de convivientes y ha recomendado el autoconfinamiento para hacer frente al avance del COVID-19 en la comunidad.
Las medidas han sido anunciadas por la Consejera de Salud, Sara Alba. Al cierre de los comercios no esenciales se suma el confinamiento perimetral de todos los municipios y el cierre de museos, bibliotecas, actividades de ocio y deporte. Las medidas entrarán en vigor el viernes, un día después de ser publicadas en el boletín oficial de la región, y durarán, como mínimo, hasta el 23 de febrero.
La consejera, asimismo, ha recomendado el "autoconfinamiento", especialmente para las personas mayores de 65 años. "Cuanto menos salgamos de casa, mejor", ha insistido Alba, que ha recomendado evitar las concentraciones de personas.
La responsable de Salud ha puesto el ejemplo de los brotes en centros hospitalarios ya que, a pesar de su blindaje, se han registrado dos brotes en el centro San Pedro y otro en el Hospital de La Rioja.
La fuente de estos casos, ha asegurado, procede de reuniones familiares y sociales. Ya que no se cumplen las medidas, dicen, se van a reforzar.