Esta vez sí hemos podido ver perfectamente a Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, a su paso por el juzgado para ratificar la querella contra los fiscales que le investigan, después de que el lunes hiciera todo lo posible por evitar a la prensa.
Este miércoles, sin embargo, aunque ha evitado responder a las preguntas de los periodistas, no ha reprimido una risa cuando laSexta le ha preguntado por qué su ático está a nombre de un empresario. Tampoco ha respondido a la pregunta de si reconocerá los delitos que se le atribuyen el próximo mes de junio, fecha a la que esta semana quedaba aplazada su declaración en la causa por fraude fiscal y falsedad documental.
González Amador ha estado casi una hora en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, esta vez sin ocultarse a los medios, después de que el lunes pasara inadvertido a su llegada a los juzgados, donde permaneció varias horas tratando de despistar a la prensa -portando incluso una peluca, según algunos testigos-, hasta que finalmente salió con un aspecto físico muy cambiado, a toda prisa y cubriéndose el rostro.
Este miércoles, en cambio, González Amador no acudía a la Justicia por su supuesto fraude, sino para ratificar su querella contra la Fiscalía por revelación de secretos. Esgrime que el Ministerio Fiscal filtró sus datos personales con el comunicado que emitió dando detalles del caso para salir al paso de informaciones que apuntaban a que la Fiscalía había ofrecido un acuerdo de conformidad, cuando quien lo hizo fue el abogado del investigado.
La Fiscalía rechaza esa acusación y asegura que ese comunicado fue una respuesta al bulo del principal asesor de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, que dijo que le ofreció un trato a González Amador, cuando en realidad fue al contrario. En este sentido, el propio Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, señalaba el pasado 15 de abril que aquella nota "se limitaba a desmentir con hechos cronológicamente sistematizados, informaciones falaces e interesadas". La Fiscalía ya ha pedido el archivo del caso.