Santiago Abascal y su círculo más cercano han sido quienes han decidido la ruptura de su partido con el PP en los gobiernos autonómicos. Así ha ocurrido siempre con el partido de ultraderecha, cuyas decisiones importantes se toman en Madrid. Sin embargo, esta vez hemos sabido que los líderes regionales no se limitaron a aplaudir a su líder, sino que algunos le hicieron saber en la reunión que no estaban de acuerdo con la decisión, lo que pone de manifiesto las tensiones internas que se viven en el partido.
Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado que la decisión de romper con los populares se tomó por mayoría, y que todos los líderes autonómicos "pudieron hablar con libertad". "Vox no es un partido norcoreano, sino que aquí las decisiones se toman por mayoría", ha asegurado Abascal, quien ha dejado claro que él era favorable a la ruptura y que su posición fue decisiva. "Yo soy el líder del partido y, evidentemente, influyo mucho en las decisiones que se toman", ha manifestado.
Una vez consumada la ruptura, tocaba mostrar una imagen de unidad total y cercanía con el líder de ultraderecha. "Nuestro presidente fue muy claro en sus declaraciones", ha señalado Javier Ortega Smith, mientras que el que era vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha señalado que "la decisión fue clara". "Nosotros tenemos palabra", ha asegurado Alejandro Nolasco, quien ha dimitido como vicepresidente de Aragón, unas palabras que comparte José Ángel Antelo, el que fuera exvicepresidente de Murcia.
Sin embargo, no todos en el partido han cumplido con la palabra. Y es que tres consejeros en Castilla y León querían quedarse, aunque solo uno ha contado con el respaldo de Mañueco, y en Extremadura, también sigue el único consejero que Guardiola tenía en su Gobierno. Este viernes, Rocío Monasterio se ha mostrado comprensiva con ellos: "Sería lógico que alguno no quisiera dejar (su puesto), por supuesto".
Mientras, el grueso del partido no ha sido tan indulgente. "Cada uno tendrá que actuar con responsabilidad y con su particular sistema de valores", ha subrayado García-Gallardo, al tiempo que Jorge Buxadé, eurodiputado de Vox, ha criticado el que "alguno de los consejeros decidiera quedarse pegados al sillón". "No estamos aquí por los sillones", ha asegurado Nolasco, mientras que Ortega Smith ha manifestado que hay quienes prefieren "mantener la honra sin barco a tener barco sin honra".
La comparecencia de Santiago Abascal este jueves dejaba momentos tensos como el que protagonizó el exvicepresidente valenciano Vicente Barrera, uno de los más críticos con la decisión de romper con el PP, quien, tal y como se puede ver en el vídeo principal que acompaña la noticia, evitó el saludo con el líder del partido de ultraderecha. De esta forma, algunos no pudieron camuflar el ambiente tenso que se vivió en la sede de Bambú tras la decisión de Abascal.
Los consejeros que desobedecen a Abascal
Dos de los 12 consejeros que tenía Vox han desobedecido a Santiago Abascal y se quedan en el poder. Son Gonzalo Santonja, en Castilla y Léon, mantenido en el Gobierno por Alfonso Fernández Mañueco, e Ignacio Higuero, en Extremadura. Y es que María Guardiola se queda a Higuero y lo mantiene como consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural.
Este viernes, ambos políticos han comparecido en una rueda de prensa en la que han derrochado complicidad. Llama la atención el cambio de postura del político de Vox, quien hace menos de 24 horas dijo 'a' y hoy 'b'. En un primer momento, aseguró que se iría si se lo pedían, pero después dijo que de eso nada.
Mientras, en Castilla y León, Fernández Mañueco mantiene a uno de los tres consejeros que tenía de Vox, pese a que Dueñas y Veganzones también se querían quedar, en Ganadería y en Industria, respectivamente. Pese a que los dos han desobedecido a Abascal, no les ha servido de nada, ya que Mañueco les ha cesado.
Cinco seguirán cobrando del Estado
En lo referente al dinero, de los 12 consejeros que Vox tenía en los Gobiernos autonómicos, solo cinco seguirán cobrando del Estado. serán tres de los cuatro vicepresidentes, ya que siguen siendo diputados, por lo que percibirán los sueldos base más los complementos. Además, también seguirán cobrando del Estado los dos consejeros que han desobedecido a Abascal y se han quedado. Ellos no son diputados regionales, por lo que si se hubieran ido, se habrían quedado sin estos sueldos públicos anuales que están viendo. El vicepresidente que se queda sin sueldo es Vicente Barrera, comunidad valenciana, al que anoche vimos visiblemente enfadado con la decisión de Abascal.