En sus declaraciones, recogidas por la agencia rusa de noticias Sputnik, Lavrov ha asegurado que ya están acostumbrado a que "según algunas observaciones, una serie de nuestros socios en Europa y Estados Unidos no tienen otra cosa que presentar acusaciones contra nuestros medios, declararlos agentes extranjeros".
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, aseguró que no existe ninguna prueba de la supuesta injerencia rusa en Cataluña y recalcó que las acusaciones deslizadas en los últimos días por el Gobierno y medios españoles son "la continuación de la histeria" que ya han manifestado otros países como Estados Unidos.
Peskov afirmó que ni las autoridades, ni la OTAN, ni los medios de comunicación han presentado pruebas "que merezcan atención" en relación a las acusaciones sobre una intervención rusa en Cataluña. "Por eso consideramos infundadas estas afirmaciones", añadió. El Kremlin mantiene como postura oficial que la situación política en Cataluña es un asunto interno español y que, como tal, debe resolverse en el marco de las leyes nacionales.
El embajador de Rusia en España, Yuri Korchagin, describió como una "aberración" las acusaciones sobre la supuesta injerencia en favor del independentismo catalán y advirtió de que este tipo de informaciones no son solo "erróneas", sino también "peligrosas".
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, admitió que no descarta que se produzcan intentos de injerencia rusa en forma de difusión de informaciones falsas de cara a las elecciones del próximo 21 de diciembre y alertó a sus socios de la UE de que la "manipulación y desinformación" lanzada contra el bloque comunitario afecta también al "desarrollo democrático" en Cataluña.
"Nos gustaría que nuestros colegas españoles comiencen a responder acerca de sus palabras y presenten datos concretos" que avalen la supuesta interferencia, dijo la portavoz del Ministerio, María Zajárova, en conferencia de prensa, y aseguró que las acusaciones perjudican las relaciones entre los dos países.