Soraya Sáenz de Santamaría ha insistido en recordar cuál es el ADN del partido: el PP siempre ha defendido una misma idea. "Siempre hemos defendido que gobierne la lista más votada", ha recalcado la vicepresidenta del Gobierno. A ello le ha respondido el propio Casado. Las normas están para cumplirlas, y hay que seguir jugando el partido.
"El ADN del Partido Popular es respetar las normas, no cambiarlas a mitad del partido", ha manifestado el exvicesecretario popular. Ambos candidatos quieren unidad e integración, pero ninguno renunciará a estar en cabeza. Santamaría tiende la mano a que Casado forme parte de su equipo. "El secretario general no tiene que ser una persona de mi equipo", ha explicado la candidata en una entrevista concedida a Cadena COPE. Sin embargo, su rival hace oídos sordos.
"Si no gano, estaré con quien gane y sin pedir absolutamente nada a cambio", ha añadido Casado, que quiere llegar a la segunda vuelta en el congreso del partido, como estaba estipulado. Cree incluso que este sistema pudo condicionar el primer voto. "A lo mejor, si hubieran votado sin segunda vuelta, habrían votado algo distinto", ha apostillado el candidato. Así las cosas, los dos saben de la importancia que tendrá a partir de ahora el apoyo de la tercera más votada.
De esta forma, Cospedal pasa a estar en el punto de mira de los dos candidatos, incluido el de Sáenz de Santamaría, que ha asegurado en una entrevista en 'El Mundo' que ha quedado con la exministra de Defensa "en hablar largo y tendido" y que va "a procurar que haya un encuentro". También Casado tratará de lograr su respaldo: "Con ella me unen unos principios y unos valores". Recta final en la carrera para liderar el PP, y parece que cada vez más lejos la posibilidad de la candidatura única.