El presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ha participado en los actos con motivo del 12 de octubre, Día de la Fiesta Nacional, y lo ha hecho tras 14 años de ausencia del jefe del Ejecutivo catalán. Toda la expectación política durante el desfile militar estaba puesta en el socialista.

Salvador Illa lo ha hecho, según ha explicado en un mensaje en X, porque Cataluña tiene que estar presente en la "construcción de una España plural y diversa". "Cataluña ha vuelto para implicarse, para escuchar y ser escuchada", ha expresado el president en el mensaje.

Lo cierto es que al desfile, han acudido todas las comunidades, a través de sus presidentes, excepto el País Vasco, islas Canarias y la ciudad autónoma de Melilla. También ha estado el Gobierno central, casi al completo, con ministros del PSOE y Sumar. Solo han faltado a la cita la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y Ana Redondo y Sira Rego, los titulares de Igualdad e Infancia y Juventud, respectivamente.

Asimismo, ha estado la representación también del Partido Popular, tanto de su presidente Alberto Núñez Feijóo como de otros dirigentes, y de la Unión Europea. En el desfile, que ha sido deslucido por la lluvia, los políticos estaban paraguas en mano y con la mirada puesta en el cielo.

De hecho, la lluvia no ha dado tregua en todo el desfile, obligando incluso a la reina a resguardarse, en un segundo plano, bajo un tejadillo. Cada vez llovía más, hasta el punto en el que el rey Felipe VI, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha valorado suspender el acto. Pero finalmente el desfile terrestre ha podido completarse, casi como siempre.

No cambian: el desfile de la cabra de la Legión, de nombre Killo, ni algunos pitidos a Pedro Sánchez, más silenciosos que nunca debido a la lejanía del público. Pero la lluvia ha obligado, además de a modificar algunos atuendos, a aminorar la marcha de los legionarios, que han tenido que caminar más despacio. Se trata de uno de los desfiles más deslucidos que se recuerdan, pero también nos deja alguna imagen inédita, como la de la princesa Leonor viendo desfilar a sus compañeros de la escuela naval.