El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comunicado su intención de seguir adelante con la reincorporación a la jornada laboral de los trabajadores de los servicios no esenciales que no puedan acceder a la opción del teletrabajo a partir de este lunes; una decisión que ha provocado discrepancias entre los líderes políticose incluso dentro del Gobierno: "Se van a reanudar las actividades económicas, y sólo esas. Las demás seguirán estando interrumpidas. El confinamiento general será la regla durante estas dos semanas".
Así se ha expresado el líder del Ejecutivo en una rueda de prensa celebrada en el Palacio de la Moncloa, donde ha matizado que, aun con la nueva puesta en marcha de la actividad no esencial, la situación "no será la misma que hace dos semanas", y ha precisado: "Siguiendo el criterio de los expertos y los consejos de la OMS, quienes presenten el menor síntoma o hayan estado en contacto con contagiados deberán de faltar al trabajo".
Sánchez ha insistido en el anuncio que ya realizó Sanidad días atrás: "Quedan exceptuados de esta reincorporación las personas más vulnerables en razón de su edad, embarazo, diabetes u otro tipo de enfermedades crónicas, siempre y cuando el médico considere que el riesgo es alto". En este sentido, ha asegurado que "estos serán los marcadores que nos guiarán en la futura desescalada, y los que nos dejarán eliminar poco a poco unas u otras restricciones".
La desescalada, dentro de dos semanas y de forma "progresiva y cautelosa"
Frente a esta situación, el líder del Ejecutivo ha informado de que "la desescalada comenzará, como pronto, dentro de dos semanas", y que será "progresiva y muy cautelosa". Así lo ha explicado durante su comparecencia: "Todos estamos deseosos de recuperar las relaciones, de salir a la calle, de reencontrarnos con nuestros amigos, de abrazarnos, pero es aún mayor el deseo de ganar esta guerra".
Y frente a esta "guerra", Sánchez ha puesto en valor el funcionamiento de las medidas decretadas por el Gobierno para frenar la epidemia de coronavirus: aunque han sido "decisiones muy difíciles", considera que han "beneficiado a ciudadanos, comunidades autónomas y al conjunto de españoles". Y ha destacado: "En los días anteriores a la declaración del estado de alarma, el crecimiento de contagios era mayor al 30%; hoy, es un 3%".
El presidente del Gobierno ha apuntado que estos resultados "se reflejan en la carga de las UCI, consecuencia de las primeras medidas decretadas hace un mes". Ha especificado que estos datos "no están recogiendo aún el parón de las actividades no esenciales", que "deberían empezar a notarse la semana que viene".
¿Está España cerca de la "victoria"?
Sánchez ha afirmado que aún no se puede calificar la situación de "victoria" porque "todavía estamos lejos", si bien sí cree que se están dando ya "los primeros pasos" para empezar a hablar, en un corto plazo de tiempo, del fin de la epidemia: "Son resultados alentadores porque nos dan ánimo. Pero no permiten relajarnos ni un instante".
El líder socialista ha vuelto a utilizar un lenguaje de carácter bélico para referirse a la crisis que atraviesa el país. "La fuerza del enemigo que nos ha invadido y su peligro son enormes", ha recalcado, insistiendo en que "desde la IIGM nunca la humanidad se había enfrentado a un enemigo tan letal".
En este sentido, el presidente ha reconocido "los fallos y debilidades" que se hayan podido dar durante la gestión de la crisis, pero también ha destacado los "aciertos y fortalezas". "Hasta las críticas las doy como bienvenidas", pero el Gobierno "tiene que tomar medidas de manera muy rápida, y ese es el margen de confianza que debemos tener".