El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, han protagonizado el protocolario saludo en la XXXVII Reunió Cercle d'Economia en plena polémica sobre el caso de espionaje a través del programa Pegasus.En su encuentro, ambos líderes han mantenido una breve conversación en la que se ha hecho evidente la relevancia de los últimos hechos conocidos. Aragonès le ha insistido a Pedro Sánchez sobre la gravedad de la situación y en la necesidad de hablarlo cara a cara. "Es urgente hablar", han sido sus palabras exactas según fuentes de la presidencia a laSexta.
Tal y como avanzaba laSexta, el encuentro se ha limitado al saludo protocolario, ya que esa era la previsión de Sánchez, no participar en ese foro en una charla privada más extensa con Aragonès. Fuentes del Gobierno a laSexta insisten además en que ni sabían nada del espionaje del CNI ni tenían por qué saberlo. "Ni hay ruptura con la Generalitat ni fin de legislatura", añaden en respuesta a la petición del president de una reunión con Sánchez para que éste de explicaciones.
Así, han explicado que el presidente del Gobierno recibe informes periódicos del CNI con conclusiones, no con el detalle de las operaciones. En conversación con laSexta, señalan que la ministra Robles cuenta con todo el respaldo y no se pronuncian sobre la continuidad de la directora del CNI, Paz Esteban, sobre la que remiten a la finalización de la investigación interna del organismo.
Querría manifestar, querido president, mi profundo respeto por Cataluña; mi respeto y consideración hacia su sociedad y hacia sus instituciones
Después y en pleno discurso público, el presidente Sánchez, ha subrayado ante el presidente catalán su "respeto institucional" y ha ratificado la apuesta del Ejecutivo central por "el diálogo, la negociación y el acuerdo" como vía para "construir convivencia" en la sociedad. Ante un auditorio repleto de empresarios catalanes y en presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, Sánchez se ha dirigido directamente al president.
"Quisiera comenzar con una declaración de intenciones. Querría manifestar, querido president, mi profundo respeto por Cataluña; mi respeto y consideración hacia su sociedad y hacia sus instituciones, y mi firme voluntad de seguir avanzando en el diálogo, la negociación y el acuerdo", ha sentenciado. "No hay propósito más noble -ha continuado-, meta que merezca más la pena para cualquier responsable político, crea en lo que crea y represente las ideologías que represente, que construir convivencia para que nuestros ciudadanos, en un momento tan especial y complejo como el que están viviendo, vivan en sociedades sin rupturas".
La confianza con el Gobierno del Estado está rota, está a cero
Antes del encuentro, esta misma mañana, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha asegurado que "la confianza con el Gobierno del Estado está rota, está a cero" y que "si quiere reconstruirla, es imprescindible actuar con transparencia y asumir responsabilidades" por el caso del espionaje político.
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Aragonès ha dicho que la gestión del asunto del espionaje "no solo no mejora con el paso de los días sino que se agrava", y ha considerado "absolutamente imprescindible que se desclasifique la autorización judicial", que ayer trascendió que existía, para actuar ante algunas de las personas espiadas, entre ellas él mismo. "Exijo conocer qué magistrado lo autorizó y poder conocer los motivos que llevan a espiar a un responsable político" porque "en una democracia no se espía a los dirigentes de otros partidos", ha indicado.
Esta es la primera vez que Sánchez y Aragonès se encuentran desde que trascendió primero el espionaje a una sesentena de líderes y personas relacionadas con el independentismo,entre ellas el propio presidente de la Generalitat, y luego que los teléfonos móviles del mismo jefe del Ejecutivo central y la ministra de Defensa, Margarita Robles, también habían sido infectados con el software Pegasus.
Además, se produce después de que este jueves la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, haya admitido en la Comisión de Gastos Reservados del Congreso que se espió a cerca de una veintena de independentistas con autorización judicial del Tribunal Supremo, entre ellos el propio Aragonès. Desde el inicio de la polémica por el caso de espionaje, Aragonès y el Govern han elevado el tono ante el Gobierno para exigir que aclare el espionaje, asuma responsabilidades y haya dimisiones, y han restringido las relaciones porque consideran que las confianzas entre ambos gobiernos se han roto.
El hecho de que el Gobierno anunciara que Sánchez y Robles han sido afectados por el espionaje no ha hecho rebajar la presión ni las críticas del Govern, ya que creen que son dos asuntos diferentes y recriminan que hayan reaccionado de manera distinta cuando las escuchas han afectado al presidente del Ejecutivo y a la Ministra que cuando solo afectaba a independentistas. De hecho, el miércoles en la jornada inaugural de la Reunió Cercle d'Economia el presidente de la Generalitat acusó a Sánchez de "dinamitar" la vía del diálogo con su gestión del caso de espionaje y le reclamó que se produzca un punto de inflexión y depure responsabilidades.