El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que el Gobierno de España defenderá la "integridad de España, sus fronteras y la seguridad y tranquilidad de nuestros compatriotas" y lo hará "en todo momento, ante cualquier desafío y con todos los medios necesarios".
El líder del Ejecutivo se trasladó en helicóptero a Ceuta este martes para interesarse y conocer de cerca la situación derivada de la llegada masiva de migrantes. Antes de partir hacia Ceuta, el presidente del Gobierno habló por teléfono con el rey Felipe VI, que quiso informarse de la evolución de la crisis.
Ya allí, Sánchez fue recibido con gritos e insultos por parte de un grupo de manifestantes que le esperaba a la salida del helipuerto, y después, a las afueras del Palacio Autonómico, lugar en el que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y él se reunieron con el presidente ceutí, Juan Jesús Vivas, para analizar lo sucedido.
Una vez concluido el encuentro, Sánchez y Grande-Marlaska han viajado juntos a Melilla, otro punto caliente que también ha registrado un notable aumento del número de migrantes que intentaban cruzar la frontera, para encontrarse con el presidente, Eduardo Melilla.
La visita de Sánchez es una decisión de calado y un gesto diplomático importante, ya que el último presidente en activo que acudió a visitar las ciudades autónomas fue José Luis Rodríguez Zapatero, lo que disgustó a las autoridades marroquíes.
Mensaje a Marruecos: "Respeto a las fronteras mutuas"
La declaración de Sánchez ha incluido también un mensaje velado al vecino del sur, de quien se presupone que ha abierto la mano para generar la crisis migratoria en deplora por la hospitalización en España del líder del Frente Polisario.
"Mi deseo es estrechar aún más la relación de amistad con nuestros vecinos marroquíes", ha dicho el presidente, aunque ha apuntado que estos lazos entre naciones "nos llaman a cooperar y trabajar juntos". Una relación, ha apuntado Sánchez, que debe basarse "en el respeto a las fronteras mutuas", lanzando un claro mensaje a las autoridades del sur.
El presidente del Gobierno no ha restado gravedad a la situación, después de que ayer cruzaran la frontera más de 8.000 migrantes irregulares. Sánchez se ha referido a esta "llegada súbita" como "una grave crisis para España y también para Europa", en tanto que la frontera con Marruecos es española pero también de los Veintisiete.
Por otro lado, Sánchez ha querido trasladar "a todos los españoles y a quienes viven en Ceuta y Melilla" que se va a restablecer el orden en sus ciudades y en las fronteras. El presidente ha anunciado que ha conversado con los presidentes de ambas ciudades autónomas y también con el líder de la oposición, Pablo Casado.
Anuncia la devolución de todos los migrantes
Asimismo, el líder socialista ha anunciado que todas las personas que han cruzado en las últimas horas de manera irregular la frontera de Marruecos con Ceuta y Melilla van a ser devueltas de inmediato. Una devolución que ya ha comenzado.
El presidente ha insistido que su prioridad es "garantizar el control del tránsito en la frontera con Marruecos", así como dotar a Ceuta y Melilla de los medios necesarios para solventar la crisis migratoria.
Sánchez ha respondido de esta manera al presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), que en una rueda de entrevistas esta mañana ha requerido al Ejecutivo de una "una respuesta proporcional, eficaz, contundente e inmediata por parte del Estado".
"Cuando España está en peligro, España tiene que acudir en socorro y ahora lo necesita Ceuta. Tiene que responder a esa situación de angustia y miedo. Hacen falta policías y guardias civiles y que el Ejército siga actuando en la frontera", ha reclamado.
Casado pide fortalecer la diplomacia con Marruecos
El presidente del PP, Pablo Casado, ha trasladado su apoyo al presidente acerca de la soberanía nacional de ambas ciudades autónomas y de las fronteras, según ha podido saber laSexta de fuentes de la formación conservadora.
Casado, dicen estas mismas fuentes, ha pedido reforzar la dotación de Policía Nacional y Guardia Civil y "fortalecer las relaciones diplomáticas" con el vecino del sur.