A dos días de la aprobación del plan de desescalada del Gobierno, Pedro Sánchez ha trasladado a los presidentes autonómicos la intención del Ejecutivo de buscar el mayor consenso de cara a la nueva etapa en la gestión de la crisis sanitaria.
Sánchez ha pedido prudencia ante las medidas de desescalada que vendrán en las próximas fechas, un alivio en el confinamiento que empieza este domingo con los menores de 14 años y que, si no hay rebrote del COVID-19, se verá ampliado el 2 de mayo con el permiso a los ciudadanos de hacer deporte de manera individual y de dar paseos con aquellas personas con quienes convivimos.
Además, el presidente del Gobierno ha hecho llegar a los presidentes autonómicos el plan elaborado por Sanidad en el que se detallan las recomendaciones para abordar esta nueva etapa de la desescalada, resumida en cuatro puntos: asistencia sanitaria, vigilancia epidemiológica, identificación y contención precoz de fuentes de contagio y medidas de protección colectiva.
Pedro Sánchez también ha informado acerca del estado de las negociaciones con el Consejo Europeo y ha hecho mención al plan de reconstrucción social y económica que quiere poner en marcha el Gobierno con el resto de fuerzas políticas, pidiendo de nuevo prudencia ante el optimismo que pueden arrojar los últimos datos.
La respuesta de Torra y Urkullu
Después de la intervención de Sánchez, ha llegado el turno de intervención de los presidentes autonómicos. Quim Torra ha insistido en que la centralización de la gestión no ha dado los frutos esperados, pidiendo de nuevo un mayor mando por parte de las comunidades autónomas.
Por su parte, el lehendakari Iñigo Urkullu ha trasladado el plan de desescalada que han diseñado, poniéndolo a disposición del Gobierno; también ha pedido mayor información presupuestaria para saber qué medidas económicas adoptar.
En su respuesta, Pedro Sánchez ha defendido la gestión del mando único de la crisis, alegando que los datos avalan la gestión del Ejecutivo.