El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha garantizado que el reciente acuerdo al que ha llegado con Marruecos pone fin a una crisis "insostenible", garantiza la integridad territorial de ambos países y sienta las bases para una relación "mucho más sólida" en seguridad, movilidad e inmigración.
"Nunca es tarde si la dicha es buena", ha asegurado Sánchez en una comparecencia de prensa en Ceuta, ciudad que visita este miércoles junto a Melilla tras el giro de la posición española sobre el Sáhara Occidental, cambio que, a su juicio, "cierra" un contencioso que se mantenía con el país vecino que no podía prolongarse "durante más tiempo" y que era necesario resolver.
Acompañado por el presidente de la ciudad autónoma, Juan Jesús Vivas, el jefe del Ejecutivo ha explicado que desde que visitó la ciudad hace diez meses, coincidiendo con la crisis migratoria, se ha hecho un trabajo silencioso con Marruecos que ha permitido un acuerdo "extraordinario" y "equilibrado para ambas partes".
Para el presidente, con esta nueva fase se consolida una nueva relación "sincera" basada en el respeto mutuo y la garantía de la integridad territorial de España y Marruecos. Ha recordado que la relación con Marruecos trasciende a la seguridad de los flujos migratorios porque también es uno de los principales socios comerciales de España y un aliado "primordial para la estabilidad y el progreso".
Para el presidente, la posición española sobre el Sáhara no difiere de la seguida por otros países como Francia, Alemania o la Comisión Europea, y es una de las propuestas, ha destacado, recogida por la ONU. Lo importante, ha insistido, es que "deben ser las partes afectadas quienes acuerden la solución".
Preguntado por si había algún tipo de garantía marroquí de respeto a la españolidad de Ceuta y Melilla, Sánchez no ha querido especificar. También sigue sin aclarar si Argelia tenía conocimiento de este cambio de postura.
Este nuevo rumbo en la política exterior cuenta con el apoyo del expresidente Felipe González, pero no convence a su socio de gobierno. Unidos Podemos ha vuelto a dejar claro que debe respetarse el derecho de los saharauis. Creen que esta decisión no es coherente ni con el acuerdo del gobierno de coalición, ni con el programa electoral del PSOE.