El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no empezará a negociar con los partidos nacionalistas hasta después de presentar en el Congreso su proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019, a finales de noviembre o principios de diciembre.
En una conversación informal con periodistas, durante la recepción del Día de la Fiesta Nacional en el Palacio Real, Sánchez ha insistido en que confía en sacar adelante las cuentas públicas y ha subrayado que para ello necesita el apoyo de la mayoría simple de la Cámara, es decir 156 escaños -ha calculado-, una situación que ha recordado que ya superó en su día el expresidente José María Aznar.
El jefe del Ejecutivo se ha mostrado, asimismo, confiado en que Bruselas dé su visto bueno al borrador de proyecto presupuestario que le remitirá el lunes, basado en el acuerdo al que llegó ayer con Podemos, sobre todo porque permitirá crear empleo y cumplir a la vez los objetivos de déficit y deuda, según ha recalcado.
También ha dicho que espera contar con el apoyo de los partidos nacionalistas, al tiempo que ha sostenido que no es mas difícil "ERC que el PDeCAT".
Además, ha manifestado que le gustaría cerrar acuerdos con el PP y C's, aunque no lo ve posible porque ambos partidos, a su juicio, han entrado en una deriva de cierta radicalización y de no hacer oposición de Estado.