El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha trasladado el pésame y toda su solidaridad a la madre de las niñas desaparecidas en Tenerife después de conocerse que se ha encontrado el cuerpo sin vida de la hija mayor, Olivia, de seis años, en el fondo marino, a unos 1.000 metros de profundidad. Toda España está conmocionada, todo nuestro apoyo a las familias cuyo dolor es insoportable e inimaginable".
Al mismo tiempo, Sánchez, que actualmente se encuentra en un viaje institucional en Costa Rica, donde ha iniciado la tercera y última jornada de su viaje en Latinoamérica clausurando el Foro Empresarial Costa Rica-España, no ha dudado en condenar el crimen durante su intervención: "Toda la repulsa a la violencia machista y vicaria que algunos siguen negando en nuestro país".
En este sentido, el líder del Ejecutivo ha señalado que "la violencia vicaria es violencia machista doblemente salvaje e inhumana, ya que busca causar dolor a la mujer y a los hijos". Así, se ha comprometido a que el Gobierno y la sociedad seguirán trabajando de forma conjunta "para acabar con esta lacra". Horas antes, el presidente del Gobierno ya se había expresado a través de redes sociales para condenar lo sucedido.
"No puedo imaginar el dolor de la madre de las pequeñas Anna y Olivia, desaparecidas en Tenerife, ante la terrible noticia que acabamos de conocer. Mi abrazo, mi cariño y el de toda mi familia, que hoy se solidariza con Beatriz y sus seres queridos", apuntó Sánchez a través de un mensaje publicado en su cuenta personal de Twitter, red social en la que otros miembros del Gobierno condenaron el trágico desenlace en Tenerife.
Para Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, hay "una violencia contra las mujeres por el hecho de serlo", y ha añadido: "Se nos ataca a nosotras y a lo que más queremos, que son nuestros hijos. Es el peor problema de seguridad de una sociedad. Tenemos que enfrentamos a quienes lo niegan y buscar maneras de reaccionar juntos". Del mismo modo, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha remarcado que "esta violencia que se ejerce contra las mujeres madres para golpear donde más duele es una cuestión de Estado".
Sánchez no sólo se ha referido a la muerte de la pequeña Olivia; también, al asesinato de Rocío Caíz, de 17 años, a manos de su expareja, quien confesó a la Policía y el crimen: "Rocío tenía 17 años y toda una vida por delante. Su exnovio la ha asesinado. Las están matando y no vamos a permitirlo. Unidos/as, debemos combatir la violencia machista y los discursos que la niegan. Toda mi solidaridad y cariño para su familia y seres queridos".