El Gobierno ha conseguido los apoyos para aprobar la reforma laboral, y lo ha hecho a tan solo unas horas de la votación. Ha sido gracias a los votos de Unión del Pueblo Navarro (UPN), que ha confirmado que serán favorables y "convencidos de hacerlo por razones de estado". Sus dos diputados son suficientes como para alcanzar la mayoría de 176 votos.
Hasta el momento, el Ejecutivo tenía garantizados 174 votos favorables -encabezados por los 154 escaños que acumulan PSOE y Unidas Podemos-, y le bastaban los de UPN para lograr sacar adelante la reforma. No obstante, todavía hay partidos que han mantenido la duda sobre su posición final.
Sí ha habido confirmación oficial por parte del PDeCAT, que como ha explicado el diputado Ferran Bel, sus cuatro diputados consideran que de no salir adelante "supondría un golpe mortal al diálogo social sin precedentes en el ámbito español e internacional". Por su parte, Más País, Compromís, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Partido Regionalista de Cantabria y Teruel Existe ya habían avanzado que votarían de manera favorable a la reforma.
También va con un 'sí' Ciudadanos. Los nueve votos de la formación naranja se han convertido en esenciales para lograr sacar adelante la reforma, aunque con ellos se han alejado apoyos de la izquierda, cuyas posiciones todavía bailaban entre una posible abstención o el 'no' en el que se habían instalado. Consideran que la presencia de Ciudadanos confirma que esta reforma laboral no es, en primer lugar, una derogación de la anterior, ni tampoco es tan progresista como se anunciaba.
Es el caso de ERC, ya que Gabriel Rufián insiste en el 'no', asegurando que no aceptan "trágalas" y que "se pasó de frenada quien prometió algo que no ha hecho". Y junto a los republicanos catalanes, EH Bildu, PNV, JxCat y BNG, a los que el Gobierno no ha podido convencer para votar a favor de la reforma y conseguir que no fuese derogada. El Ejecutivo de Sánchez ya contaba, además, con el 'no' de entrada del Partido Popular y Vox.
Las cuentas están, por lo tanto, muy apretadas y cualquier fallo a la hora de votar podría provocar que se derogase la reforma laboral. Así, y en caso de que hubiera un empate a 175, la votación se repetiría en dos ocasiones. En el caso de empatar en las tres veces, la reforma decaería y volvería a estar en vigor la del PP.
El Gobierno cree que algunos partidos tendrán que explicar su 'no'
La vicepresidenta Nadia Calviño ha lamentado el 'no' de algunas fuerzas y, a su juicio, "tendrán que explicar su voto porque no hay ninguna razón para oponerse a la reforma que nos permitirá abordar los desequilibrios". Asimismo, ha señalado que "no tiene sentido mirar al pasado porque no es una reforma u otra, sino problemas de hace décadas".
Por su parte, Yolanda Díaz se ha dirigido a las formaciones que se han posicionado en contra de la reforma para preguntarles si "volverían al modelo del PP" y si se sienten "cómodos con convenios colectivos afectados de muerte súbita". "Explíquenle a Cádiz, a los trabajadores de Endesa o a las camareras de piso que, si por ustedes fuera, mañana las personas trabajadoras se levantarían sin un derecho que hoy está vigente en nuestro país", ha señalado en su intervención en el Congreso.
Así, la ministra de Trabajo ha defendido que concibe "la política como un camino para mejorar la vida de la gente" y considera que "si una norma contiene avances, hay que votar a favor". "Lo que hoy se vota aquí es superar el modelo fracasado del PP, 'sí' o 'no' a un trabajo decente", ha sentenciado.
También ha querido expresar su agradecimiento a los agentes sociales, patronal y sindicatos, asegurando que seguirá "defendiéndoles siempre", así como a los representantes parlamentarios de todas las fuerzas que se han manifestado a favor de la nueva norma.
El PNV sentencia: "Algunos se tienen que tragar hoy una bola de hiel"
El PNV no prestará sus votos para la validación del decreto y su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, se ha mostrado muy duro contra los que "hoy se tienen que tragar una bola de hiel por aprobarla con gente que no está a favor de la norma", sino que lo hace porque "se quiere cargar el Gobierno".
El diputado vasco también ha hecho referencia a "San Blas, patrón de los otorrinolaringólogos, para que "proteja los oídos a todos aquellos que se han hecho los sordos, a pesar de los avisos que tuvieron". "Se lo advertimos a los sindicatos, a la patronal, al Ministerio de Trabajo y al presidente, que no podíamos mirar para otro lado y lo han tenido en su mano", ha apuntado al respecto. Sí ha querido agradecer el "esfuerzo y la voluntad" de Yolanda Díaz "para llegar a un acuerdo" pese a que no ha dado sus frutos.
Por su parte, el diputado de Esquerra Republicana Gabriel Rufián ha criticado la postura del Ejecutivo que, a su juicio, ve al Hemiciclo como "un notario que sella y no es sede de la soberanía". "Vienes diciendo que esto es lo que hay y que no se toca porque se ha pactado fuera", ha señalado. Asegura que su formación respeta a los agentes sociales, pero recuerda que "las leyes se hacen en el Congreso, guste más o menos".
Rufián cuestiona que no se toquen los despidos: "Que esta reforma le guste a la CEOE, no es casualidad"
El diputado de Esquerra Republicana de Cataluña ha cuestionado que el Gobierno no toque el precio de los despidos de la reforma laboral anterior. A su juicio, "ni el ministerio ni el Gobierno han querido recuperar una indemnización justa frente a despidos injustos", pese a que contaban con el apoyo de la izquierda para hacerlo.
Por ello, cree que "la pregunta" no es por qué algunas formaciones de izquierda no aceptan el paquete de medidas, sino porque la acepta el Ejecutivo. "Que una reforma le guste a la CEOE, no es casualidad", ha sentenciado.
"ERC no funciona bajo amenaza. Esto no ha sido un proceso de negociación, sino un proceso de presión y negación. Aquí la posición inexplicable no es la nuestra. A nosotros nos han votado para hacer exactamente lo que estamos haciendo aquí, ¿y a ustedes?", así ha cerrado su intervención en el Hemiciclo.
Ciudadanos pone en valor el acuerdo de los agentes sociales
Esta es la primera vez que una reforma de este tipo cuenta con el aval de sindicatos y patronal, y eso ha destacado Ciudadanos para dar su visto bueno. "La han hecho los agentes sociales y es la norma menos 'sanchista' de la legislatura, no tiene nada que ver con lo que prometían Sánchez y Podemos", ha dicho Inés Arrimadas esta mañana en el Hemiciclo.
La líder de la formación naranja ha argumentado que algunas fuerzas como EH Bildu decían que "se iba a derogar íntegramente" y se ha dirigido a la ministra de Trabajo cuestionando "el poco entusiasmo que ha tenido al defender la reforma".