El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contempla que España haga el reconocimiento oficial del Estado palestino durante este semestre después de que en abril, mayo y junio "pasen cosas" en la comunidad internacional relacionadas con la solución del conflicto en la franja de Gaza.
Así lo compartió Sánchez en una conversación informal con los periodistas que le acompañan en su segunda gira por Oriente Medio de esta legislatura y que le lleva a visitar Jordania, Arabia y Catar con el objetivo de buscar una "solución" para la cuestión palestina-israelí que pase por el reconocimiento de "los dos Estados".
El jefe del Ejecutivo español ya avanzó en su discurso de investidura del pasado noviembre que España procedería a ese reconocimiento del Estado palestino. Desde entonces ha ido acortando los plazos y señalando que este reconocimiento se produciría cuando sirviera para algo en el contexto internacional para la resolución de la guerra y, en la medida de lo posible, de la mano de otros países.
El pasado 22 de marzo además participó en una reunión en Bruselas con sus homólogos de Irlanda (Leo Varadkar), Malta (Robert Abela) y Eslovenia (Robert Golob) en la que se comprometieron a ese reconocimiento y hacerlo cuando "pueda suponer una contribución positiva y las circunstancias sean las correctas".
Así las cosas, Sánchez avanzó que en los próximos meses "pasarán cosas" y "habrá noticias", que no consigo detallar, que animarán a que el Gobierno español realice ese reconocimiento del Estado palestino. Una decisión que, según recordó el propio Sánchez, consiste en una aprobación por parte del Consejo de Ministros que no tiene el deber de pasar por el Congreso, aunque él tiene previsto, cuando ocurra, comparecer en la Cámara Baja para informar.
Para el presidente está calando la idea de que hay que formalizar el reconocimiento del Estado palestino y defendió que ya hay "masa crítica" para realizar esta acción de manera conjunta entre varios países, puesto que la pretensión es que esta acción no se haga de forma aislada y que haya un grupo de países que asuman esa responsabilidad y que eso ayude a la resolución del conflicto.
Además, recuerda que dos de los primeros ministros con los que se reunió en Bruselas hace diez días, los de Malta y Eslovenia, representan a países que ahora mismo forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU. Sánchez también insistió en la idea de que su Gobierno de coalición defiende una política exterior "pacifista" y por ello no adopta el "lenguaje belicista" que se extiende en algunas capitales dentro de la actual escalada verbal.
Ahí enmarcó esta nueva gira por Oriente Medio con el objetivo principal de buscar "soluciones", según apuntan fuentes de La Moncloa, a la crisis de Gaza con tres actores "absolutamente fundamentales" en la región, como Jordania, Arabia y Catar, y el reconocimiento de la solución de los dos Estados con el reconocimiento de ambos -Palestina e Israel- por parte de la comunidad internacional. De esta manera, se pretende conocer de primera mano lo que piensan los países árabes sobre la resolución del conflicto, qué alternativas pretenden liderar para ello y en qué medida puede ayudar España.
La posición que va a defender es la necesidad de un alto el fuego que ponga fin a la catástrofe humanitaria en Gaza, impulsar una conferencia de paz que facilite la solución de los dos estados, apoyar el papel de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos y exigir la liberación de los rehenes israelíes en manos de Hamás.
Accionariado de Telefónica
El viaje de Sánchez tiene un carácter eminentemente político pero incluye una vertiente económica en Arabia Saudí y Catar por las inversiones de estos países en España y las oportunidades que ofrecen para empresas españolas. No está previsto que en su reunión con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, el presidente del Gobierno aborde la decisión del grupo STC de adquirir el 9,9% de Telefónica, a lo que el Ejecutivo respondió anunciando que se hará con el 10%de la compañía para salvaguardar su capacidad estratégica.
Sánchez ha comentado al respecto que el Gobierno ya ha hablado con Arabia Saudí y existe una relación muy buena. Por eso ha subrayado que no tiene previsto sacar a colación este asunto en su reunión con Bin Salmán, pero ha precisado que si surge en la conversación, no hay ningún problema para tratarlo puesto que va preparado.
Tampoco está previsto, según fuentes del Gobierno, hablar de la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí, sobre lo que reconocen que hay diferencias sustantivas. Añaden que para el Gobierno la defensa de los derechos humanos es una prioridad transversal que preside toda la acción exterior y así va a seguir siendo, pero subrayan que hay canales a través de la Unión Europea y también bilateralmente mediante los que se sigue insistiendo en la necesidad de ese respeto.