La segunda votación de investidura vuelve a saldarse sin presidente y sin gobierno. Pedro Sánchez no ha logrado reunir los apoyos suficientes para ser investido en segunda ronda, quedándose a 32 'síes' de alcanzar la mayoría simple.
Así, solo 124 diputados han votado 'sí' al candidato socialista, frente a los 155 'noes' y la abstención de 67 parlamentarios, incluyendo la de los miembros de Unidas Podemos y ERC.
La falta de acuerdo entre los socialistas y la formación morada ha abocado al fracaso una votación que se iniciaba sobre las 15:00 horas, puesto que la investidura requería los votos a favor de los 42 diputados de Unidas Podemos para salir adelante.
En concreto, además de los 123 diputados socialistas, sólo ha apoyado la investidura el único diputado del Partido Regionalista de Cantabria, José María Mazón.
Han dado su 'no', como ya habían anticipado e igual que hicieron en la votación del martes, los representantes del PP (66 diputados), Ciudadanos (57), Vox (24), Coalición Canaria (2), Navarra Suma (2) y Junts per Catalunya (con cuatro diputados tras la suspensión de Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull).
Se han abstenido los diputados de ERC (14, tras la suspensión de Oriol Junqueras el pasado mayo), del PNV (6), EH Bildu (4) y Compromís (1), además de los 42 diputados de Unidas Podemos, que finalmente han optado por esta opción tras el fracaso de unas negociaciones que la formación morada se llevó hasta la tribuna del Congreso, con una oferta de última hora por la que renunciaban al Ministerio de Trabajo a cambio de competencias en las políticas activas de Empleo.
Un pulso hasta el último momento
El fracaso de la investidura se produce tras el pulso que el PSOE y Podemos han mantenido durante semanas y hasta el último momento, sin que finalmente hayan alcanzado un acuerdo.
Ello a pesar de que, a última hora, el líder de la formación, Pablo Iglesias, lanzaba una oferta 'in extremis' desde la propia tribuna del Congreso, como puedes ver en el vídeo que acompaña estas líneas. Una propuesta de último minuto que, sin embargo, ha caído en saco roto.
El escenario que se abre ahora
Ahora, se abre un periodo de dos meses en los que tramitar diferentes propuestas y convocar una nueva sesión de investidura, para la cual la fecha límite es el 23 de septiembre.
Si entonces tampoco logra ser investido ningún candidato, el rey disolvería las Cortes y convocaría unas nuevas elecciones generales, que se celebrarían en noviembre.
Llegado el caso de una repetición electoral, no habría gobierno, como mínimo, hasta febrero de 2020, puesto que tras los comicios se repetiría el proceso de la ronda de consultas con el rey, la propuesta del candidato, designación, contactos… y volverían a pasar tres meses hasta la convocatoria de una nueva sesión de investidura.