Desde las 12 del mediodía están reuniones en el Congreso Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en una nueva ronda de contactos para intentar desbloquear la situación y las negociaciones que le permitan al candidato del PSOE ser investido. Sin embargo, uno y otro llegan a este encuentro con posiciones bien distintas.
El candidato socialista insiste en su propuesta a Iglesias de un gobierno de cooperación, monocolor, con acuerdo programático y parlamentario y con presencia de la formación morada en la Administración, aunque no en el Consejo de Ministros.
Sánchez ofrece un gobierno monocolor e Iglesias quiere una coalición.
Sánchez asegura además haberse movido para buscar el favor de Iglesias; en este sentido, le ha propuesto la entrada de ministros independientes que pueda proponer Unidas Podemos y ayer la Ejecutiva del PSOE aprobó un documento para negociar basado en el programa electoral de los socialistas.
Iglesias apremia a Sánchez
Iglesias, sin embargo, considera que el presidente del Gobierno en funciones no está dando pasos para el acuerdo y anoche calificó el documento un mero "cortapega" del programa del PSOE que no concreta ni cifras ni plazos para las medidas. Para el líder de Unidas Podemos, Sánchez quiere ser investido "a toda costa" independientemente del programa y le reprocha que siga buscando la abstención de PP y Ciudadanos.
Por eso, el secretario general de Podemos planteará a Sánchez "una negociación integral de gobierno" y de equipos de gobierno porque, en su opinión, cuando los programas no van acompañados de equipos "se quedan en papel mojado". Iglesias insiste además en que su formación política ya ha hecho cesiones para el acuerdo y advierte a Sánchez que lo mejor es "hacer los deberes" en julio y no dejar la investidura para septiembre.
Reunión con Casado
La reunión con Iglesias no será la única de la jornada para Sánchez, quien por la tarde se verá con el líder del PP, Pablo Casado, a quien el presidente no ha dejado de pedir la abstención de los populares.
Casado ha insistido en todo momento en que votará en contra de la investidura aunque se ha mostrado dispuesto a negociar con Sánchez grandes pactos a lo largo de la legislatura. En cambio, no habrá reunión entre Sánchez y Albert Rivera, porque el líder de Cs ha vuelto a rechazar la petición de un encuentro por parte del candidato socialista.
El fantasma de una repetición electoral sobrevuela esta nueva ronda de contactos, porque si la investidura en julio resulta fallida y no hay acuerdo en los dos meses siguientes, se convocarán nuevos comicios.